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Dos semanas pernoctando en las instalaciones de Cafesalud en Riohacha, lleva la familia de una niña de siete años de edad, quien necesita un examen especializado llamado nefrolitotomia percutánea, el cual fue ordenado desde octubre del año pasado.

Niria Brito, la tía de la menor de nombre Luisa Camila Brito, explicó que han acudido a todas las entidades posibles y también instauraron una acción de tutela que fue fallada a su favor, pero desacatada y 'nada ha sido posible para que le practiquen el examen a mi sobrina'.

Por este desacato el pasado 14 de junio, el juez Quinto Penal con control de garantías de Riohacha impuso dos días de arresto a Sarai Saliego Santana, representante legal de Cafesalud en esta ciudad, quien también deberá pagar una multa equivalente a tres salarios mínimos legales vigentes.

La niña está hospitalizada desde el 27 de mayo, cuando comenzó a sufrir dolores intensos. En esa ocasión fue llevada a la clínica Cedes de Riohacha, pero los médicos pidieron su traslado a una clínica de cuarto nivel.

'Al papá Manuel Brito, le tocó encadenarse para que le aprobaran el traslado y la llevaron a la clínica Reina Catalina en Barranquilla, pero esta no tenía los equipos ni los profesionales para la atención que ella necesita', explicó la tía.

Relata que entonces el 5 de junio la trasladaron a la Clínica General del Norte, donde 'nuevamente tuvimos que presionar para que fuera valorada a los tres días de estar ahí'.

Dice que les dijeron que los equipos estaban dañados, luego que Cafesalud no había pagado el procedimiento, la EPS ordenó el pago, pero los equipos se volvieron a dañar y no fue posible realizar el examen.

'Desde el 10 de junio se ordenó el traslado para Medellín o Bogotá, pero no ha sido posible lograr que mi sobrina se haga este examen y mientras tanto sigue deteriorándose su salud', manifestó la señora Niria.

Agrega que la situación la han puesto en conocimiento de la Defensoría del Pueblo, el ICBF, la secretaría de Salud departamental, el ministerio de Salud, la Superintendencia de Salud y la Policía de Infancia y Adolescencia, 'pero nadie nos ha resuelto nada'.

Mientras la familia de la niña sigue en las instalaciones de la EPS, los funcionarios de Cafesalud han improvisado un puesto de atención a los otros usuarios y dicen que no están autorizados para hablar del tema.