El Teatro Aurora de Riohacha fue durante 40 años el eje cultural y social de esta capital, así como el escenario de eventos académicos, graduaciones de muchos bachilleres guajiros, encuentros políticos con personajes ilustres y de la presentación de conciertos inolvidables con artistas como Daniel Santos y la riohachera Sofi Martínez.
En este lugar, que hoy se encuentra convertido casi en ruinas, hubo puestas en escena de títeres y pantomima, proyecciones cinematográficas norteamericanas, mexicanas, latinoamericanas y europeas protagonizadas por Mario Moreno ‘Cantinflas’, Libertad Lamarque y Charles Chaplin, entre otras grandes figuras.
Recientemente, el Consejo Departamental de Patrimonio Cultural de La Guajira aprobó en sesión extraordinaria, la propuesta para declarar el Teatro Aurora como un Bien de Interés Cultural de carácter departamental.
Según el gobernador encargado Weildler Guerra Curvelo, el objetivo de la gestión es que el teatro, el cual ya es estandarte de la historia e identidad cultural distrital, sea amparado por la Ley 1185 de 2008 que busca la asignación de recursos económicos para la protección, conservación, salvaguardia, sostenibilidad y rehabilitación de los Bienes muebles o inmuebles de Interés Cultural.
La sesión extraordinaria puso en consideración de los miembros del consejo la propuesta y se examinó su viabilidad para ser presentada ante el OCAD prioritario para La Guajira, en donde se evaluará la calidad del proyecto y se determinará la posible asignación de recursos para su ejecución.
'Darle el título de Bien de Interés Cultural, aparte de lograr que el teatro Aurora sea inembargable, imprescriptible e inalienable, si se obtiene, conferirá la protección de que sea restaurado e intervenido, únicamente, por un profesional acreditado por Consejo de Monumentos Nacionales, con amplia experiencia en la materia, y con el título de profesional en arquitectura o ingeniería civil con postgrado en restauración de bienes muebles', explicó Guerra.
Agregó que este teatro, que ha sido considerado como una joya arquitectónica concebida en los estándares de Art Déco que en su época chocó con la tendencia republicana, goza del título de Bien de interés público de Riohacha.