La ciudad de Riohacha podría quedar sin el servicio de gas vehicular, debido al incumplimiento de los acuerdos que se pactaron en el 2014 para introducir este servicio en esta capital.
La inversión inicial en este proyecto fue de $.1.500 millones, incluyendo la infraestructura. La administración departamental y distrital, por su parte, debían aportar $1.200 millones para la conversión de 500 vehículos de servicio público, con el fin de garantizar un mínimo de consumo.
Con esto se lograría un consumo de 100.000 metros cúbicos mensuales y el proyecto tendría sostenibilidad, pero esto no se logró porque hoy solo se está demandando 16.000 metros cúbicos y por eso está en riesgo el cierre de la única estación de gas vehicular que tiene La Guajira.
El ex alcalde de Riohacha Rafael Ceballos Sierra, quien fue el firmante de esos acuerdos, explicó que desde el 2013 se hicieron las gestiones para traer el servicio a esta ciudad, por lo que acudieron al ministerio de Minas y Energía.
'Esto dependía de dos aspectos, primero una concertación con las empresas involucradas en la cadena para buscar un acuerdo de costos y enfrentar así la gasolina de contrabando y otro era el aporte de subsidios para la conversión de vehículos', aseguró.
Un pacto
Después de la gestión se logró pactar este gran compromiso con los agentes de la cadena del Gas: Asociación Chevron-Ecopetrol (Productor), Gases de la Guajira (Distribuidor-Comercializador), Terpel (Prestador del servicio) y el distrito de Riohacha, en presencia del ministro de Minas de la época, Amylkar Acosta Medina.
Ceballos dice que no fue posible que se convirtieran 500 taxis al surgir el impedimento legal para otorgar los subsidios.
'De acuerdo a la normatividad colombiana, las entidades territoriales no podían subsidiar la conversión de vehículos y eso lo conocieron las empresas Terpel y Gases del Caribe', precisó.
Agregó que entonces la empresa convertidora Gazel optó por ofrecer las conversiones gratis con el compromiso de consumo por un mínimo de tres años por parte del beneficiario, que es el mismo modelo de consumo que se ha promovido en otras partes del país.
El problema
Sin embargo, según Ceballos el problema más grave ha sido la situación en Venezuela que ha incrementado el contrabando, con lo cual el galón ha llegado hasta $2.000 y cuando se hicieron los estudios para traer el gas vehicular, estaba en $3.000.
'Esta es una circunstancia imprevisible que no se le puede atribuir a los territorios', afirmó.
La administración departamental de La Guajira, como la distrital de Riohacha, han afirmado que exploran salidas a este problema para evitar que se acaba con este servicio en la ciudad.