La Guajira es un departamento que muchos han calificado como hermoso, lleno de riquezas y hasta mágico, pero también es un territorio extenso y desconocido que no ha podido ser explorado en su totalidad.
Este desconocimiento lo hace ver como una región compleja y difícil, casi hasta incapaz de salir de las crisis humanitaria y social que enfrenta desde hace algún tiempo.
A pesar de esto, hay quienes piensan que si La Guajira se explora, se conoce y sobre todo si se entiende, podrá ser atendida de manera más eficiente y eficaz.
Así opinan los investigadores del Centro de Pensamiento Guajira360, quienes le han solicitado al Departamento Administrativo de Estadísticas Dane realizar un Censo Nacional de Población diferencial o un Censo General de Pueblos Indígenas en La Guajira.
En un diálogo con el director de este organismo Mauricio Perfetti, se expuso que este departamento tiene más connotaciones rurales que urbanas, lo cual es clave para el nuevo Censo de Población que se planea realizar.
La proporción de población que reside en las cabeceras municipales y en el resto es de 55% y 45%, según el Plan de Desarrollo de La Guajira 2016-2019, es el principal argumento para hacer esta petición.
'El departamento de La Guajira se caracteriza territorialmente por su baja capacidad de integración interna, su población es dispersa, en donde sus ciudades no tienen gran capacidad de jalonamiento, ni de vincular a su entorno', afirma el director del centro Cesar Arismendi.
Agrega que además si se mantienen las tendencias intercensales, el 46.4% de la población es de origen indígena, 8.2% afrocolombianos y la población sin pertenencia étnica representará el orden del 45.4%. Esto significa que la población indígena (conformada por miembros de los pueblos wayuu, ijka, wiwa y kággaba) se consolida como mayoría en el Departamento.
Según el Centro de Pensamiento, El Dane tiene que tener en cuenta que las comunidades indígenas de La Guajira son heterogéneas y la mayoría tienen características que la hacen especial y por lo tanto merecedora de un censo también especial.
Varias de estas características son que la riqueza no surge de un proceso de acumulación, sino de la multiplicidad y funcionalidad de la redes sociales étnicas, la unidad familiar es extensa y poliresidencial, pero además el concepto de calidad de vida se asume desde el« mejor estar».
En las comunidades indígenas por ejemplo, la vivienda es móvil y no se asume como patrimonio, la unidad de vivienda no es lo importante, sino la enramada y el uso de los materiales de construcción de la vivienda se toma de los servicios ambientales del territorio que se habita, pero además, el uso de la vivienda está determinado por connotaciones mítico religiosas.
Según Arismendi, esto va en vía contraria a las características generales del censo, en el que los indicadores y resultados deben ser homologables, entre regiones y países, donde se tiene como base de medida la unidad familiar, bajo criterios de sedentarismo o residencia y la vivienda se determina como un patrimonio.
El censo también se estructura con una visión de desarrollo y este se edifica desde la acumulación, monetización o grado de distribución de la riqueza y se aplican criterios homogéneos para una sociedad culturalmente heterogénea como la que existe en La Guajira.
Hay grandes diferencias poblacionales
Según el investigador y exdirector de Planeación Mauricio Ramírez, hay grandes diferencias poblacionales entre las cifras que se manejan en el Dane y la realidad.
'Esto trae como consecuencia errores en coberturas, en la asignación de recursos, dificultad para la planeación e imposibilidad por ejemplo, para cumplir con las medidas cautelares otorgadas por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos a favor del pueblo wayuu y evitar así las muertes por desnutrición', explicó.
Puso como ejemplo la proyección que hizo el departamento de la población rural de Riohacha en el 2014 que es de 73.705 habitantes, mientras que la del Dane es de 39.963, en la de Maicao según el organismo es de 50.263 y la del departamento es de 64.001 y en Uribia el Dane dice que hay en el área rural unos 167.435 habitantes, mientras que el departamento proyectó 272.890.
'Esos son solo algunos ejemplos de las diferencias que no permiten la atención efectiva de los problemas de nuestra Guajira y por las cuales también se afecta todo el sistema de indicadores, incluso las tasas de mortalidad infantil', manifestó.
Las cifras del Dane también evidencian que La Guajira es más rural que urbana, ya que su proyección de población para el 2017 en La Guajira es de 1.012.926, de estos 555.542 están en áreas rurales, lo que significa un 54.8% y 457.384 viven en las áreas urbanas y representan un 45.2%.
Agrega Ramírez que en el Plan de Desarrollo 2016-2019 se establecieron los puntos poblados de los municipios guajiros y a todos no han llegado las autoridades.
'En Maicao por ejemplo hay 8.598 puntos, en Uribia 21.885 y en Manaure 14.550', afirmó.
Recomendaciones del Centro de Pensamiento
Según el Centro de Pensamiento Guajira360, 'el abordamiento del próximo censo en La Guajira es un reto a la imaginación'.
Asegura que la disminución de las condiciones de pobreza, puede estar determinada por el ajuste de la metodología a estas realidades locales, 'sin que seamos vistos como una sociedad exótica e incomparable'.
Por eso anota que en la determinación de las variables hay que tener en cuentas usos y costumbres y sobre todo la metodología de abordamiento del próximo Censo Nacional de Población debe tener en cuenta que La Guajira es más rural que urbana y que la población rural está muy dispersa, por lo que se deben preparar para acceder a todos los puntos poblados.
La propuesta de este censo especial para el departamento de La Guajira, está en proceso de formalización y será presentada de manera oficial en coordinación con la Administración Departamental, con el fin de tener una respuesta oficial por parte del Dane y el Gobierno Nacional.