Geraldin Díaz Barliza, tiene cinco años, vive en el municipio de Uribia, tiene la enfermedad de los huesos de cristal,llamada osteogénesis imperfecta(OI), es un trastorno genético y hereditario que se caracteriza porque los huesos de las personas que lo padecen se rompen con facilidad, luego de sufrir un traumatismo mínimo e incluso sin causa aparente.
Ella es una de las beneficiarias de la fundación Libélula Rosada, que lidera Lilianeth Mejia o tía Lili, una fonsequera que desde hace diez años vive en Uribia.
Hoy Yeraldin estudia en un CDI, lleva una vida normal con todos los cuidados que requiere su enfermedad. Ella y tres niños más tienen sus sillas de ruedas pero se requieren más para ayudar a otros infantes.
'Solo hemos logrado entregar cuatro sillas pero hay seis niños más esperando; por eso acudimos a personas de buen corazón que quieran unirse a esta causa'.
Otros menores como Ministro, así es su nombre y Yandris también la tienen y esto a tía Lili le llena el alma de dicha y por eso su incansable labor llega hasta el hospital a donde lleva ropa a los niños recién nacidos que no tienen. Se ve entregando juguetes, ropa, calzado y alimentos, son donaciones que llegan para hacer feliz a un niño.
La fundación fue creada en el 2015, Su idea de ayudar señaló tía Lili como le dicen los wayuu a esta mujer, comenzó, al involucrarse en un evento de cuarenta bautizos de niños wayuu con la Policía y hoy son 14 comunidades y dos barrios en este municipio a los que busca mejorarles la calidad de vida y se han beneficiado cerca de 600 personas.
'Esta es una labor de corazón, se siente una emoción grande porque se está poniendo un granito de arena para ver feliz a los niños', dijo Lilianeth Mejia.