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Bajo amenazas se encuentran varios líderes sociales wayuu del municipio de Uribia, a quienes les dejaron en sus viviendas hasta veinte panfletos con señalamientos directos en su contra.

Yelenka Gutiérrez (exsecretaria de Asuntos Indígenas de La Guajira), Brandon González, Laurina Gutiérrez, y Donaldo Iguarán, son quienes aparecen en el pasquín. Estas personas pertenecen al movimiento indígena Nación Wayuu que se instaló en la comunidad de Katsialamana.

También nombran a Aura Barros quien trabaja con programas para la primera infancia y Bonifacio Henríquez, actual concejal de Uribia.

Según el panfleto supuestamente enviado por el Equipo Contrainsurgencia de la Alta Guajira, estos líderes se han encargado de hacer denuncias y por eso los tildan de 'sapos' y les dan dos días para que salgan del municipio.

El Movimiento indígena Nación Wayuu rechaza las amenazas

El movimiento indígena Nación Wayuu rechazó las amenazas directas contra los miembros de la organización y aseguran que desde el año 2016 han sido constantes los hostigamientos a los que se han visto sometidos, los cuales han denunciado ante las autoridades las múltiples amenazas.

También aseguran que lideran causas que propendan por el bienestar y el respeto por los derechos de los miembros de su etnia, especialmente por la niñez wayuu.

'Los miembros de nuestro movimiento vienen denunciando vehementemente el comercio ilegal de cupos de niños wayuu al Interior de ICBF', asegura Nación Wayuu.

Como resultados de estas acciones, existe una orden judicial que obliga al ICBF a realizar procesos de consultas previas al interior de las comunidad para el proceso de selección de operadores, pretensiones que según la organización, esa entidad del Estado de ha negado a cumplir en otras ocasiones.

Piden protección a las autoridades

Entre los amenazados algunos ya colocaron la denuncia formal ante las autoridades, aunque aseguran que en el pasado también por las mismas circunstancias reciben apoyo de la Unidad Nacional de Protección, pero al cabo de un tiempo quedan sin ningún tipo de amparo. También son claros en afirmar que no cesarán en su lucha, pese a las amenazas.