El departamento de La Guajira requiere 2.153 millones de dólares para cerrar las brechas que tiene en sectores como educación, salud, nutrición, infraestructura de acueducto y alcantarillado, instituciones y calidad del gasto.
Así se desprende de un estudio realizado por el Centro de Pensamiento Guajira360, en el que indica que se debe cambiar el actual modelo de desarrollo económico, por uno de menor dependencia de la industria extractivista.
'Es necesario construir una nueva economía, a partir de crear condiciones que le permitan convocar y estimular la inversión hacia la región. El sector agropecuario, la generación de energía renovable y el turismo concentran las mayores oportunidades derivadas de las ventajas competitivas del departamento', explica el director Cesar Arismendy.
Agrega que esta cifra puede ser el resultado de la creación de un Fondo de Reconversión Económica Regional con recursos de regalías para apoyar a los departamentos productores, como una forma de recuperar el interés político y social a nivel regional en los proyectos mineros.
Así como de la ampliación de la cobertura regional de la estrategia de Obras por Impuestos y profundizarla a través de Obras por Regalías.
'En este propósito, se necesita que la Nación acuerde con la región un conjunto de obras de infraestructura, que permitan la articulación de la región con el modelo de desarrollo nacional y que sean útiles para ampliar e integrar procesos de mercado', indica.
En La Guajira, según el estudio, se necesitan obras como la terminación de la represa del Río Ranchería, la construcción de acueducto regional Uribia – Manaure – Maicao, la nacionalización de la Universidad de La Guajira, la vía que integra a Puerto Brisa – Tomarrazón-Distracción – San Juan del Cesar – Valledupar, la circunvalar de la frontera, la vía al Cabo de La Vela, la internacionalización de las operaciones del aeropuerto de Riohacha, entre otras inversiones, que son cruciales para el fomento del turismo y el comercio internacional de los excedente del sector agrícola.
'Esas acciones se deben soportar con el diseño de un modelo de relacionamiento multicultural, especialmente, en el sector educativo para que responda a las características, potencialidades y necesidades del departamento, haciéndolo pertinente con las oportunidades económicas de las subregiones, fomentando la investigación y el emprendimiento para la agregación de valor', puntualiza Arismendy.