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A punto de colapsar se encuentra el departamento de La Guajira y, especialmente, el municipio de Maicao por la entrada masiva de venezolanos, la cual se ha desbordado en los últimos días por el anuncio del paquete de medidas que anticipó el presidente de Venezuela Nicolás Maduro.

El alcalde de Maicao, José Carlos Molina, indicó que en su municipio, con una población de 162.118 habitantes, hay unos 40 mil venezolanos que están 'colapsando los servicios públicos de salud y educación'.

Colombia ha recibido a más de un millón de venezolanos en los últimos 16 meses, y ha regularizado a unos 820.000 de ellos, según el censo adelantado por el saliente Gobierno de Juan Manuel Santos.

'Nos toca hacer un sacrificio porque los venezolanos demandan los mismos servicios que nuestros habitantes y todo con los mismos recursos, por lo que la situación está bien complicada y difícil', manifestó en tono desesperado Molina.

Ciento diez trochas

El control por el corregimiento de Paraguachón, en Maicao, se ha intensificado por parte de Migración Colombia, que ha instalado una carpa en el sector conocido como La Raya, donde verifica que quienes entren tengan su pasaporte o la tarjeta de movilidad fronteriza.

Debido a esto, la mayoría de los venezolanos está ingresando por las cerca de 110 trochas que unen a los dos países en esta frontera.

En carros, motos, camionetas, camiones, montados encima de los vehículos y en su mayoría con un abultado equipaje, se movilizan los venezolanos en busca, básicamente, de comida y medicamentos para sus familias, o de un futuro que ven incierto en su país.

El venezolano Luis Martínez afirma que le tocó entrar por la trocha porque en Venezuela sacar el pasaporte le resulta muy costoso y aseguró que 'esto lo hago a pesar de que hay peligro de atracos, violaciones, secuestros, pero lo debemos sortear para venir a buscar qué hacer ante la grave situación que estamos viviendo allá'.

Los cambistas, comerciantes y ciudadanos de Paraguachón calculan que diariamente están entrando entre 300 y 350 venezolanos, muchos de los cuales siguen hacia otras ciudades de la Costa como Valledupar, Santa Marta o Barranquilla.

Por su parte la Gobernadora (e) de La Guajira, Tania María Buitrago González, quien se reunió con el canciller Carlos Holmes Trujillo para hablar sobre el control migratorio, seguridad y nuevas políticas al respecto, afirmó que 'el departamento no está en condiciones de atender a la población migrante que aumenta de manera descomunal cada día porque estamos atravesando una difícil situación financiera'.

Informó que, de los $13 mil millones pactados para esta problemática, el Gobierno Nacional solo ha aportado $1.068 millones, por lo que hay una deuda que supera los $12 mil millones, y que mantiene en crisis todos los hospitales del departamento.

También explicó que en el área de la educación, aproximadamente 8 mil niños venezolanos están matriculados en instituciones educativas de La Guajira, por lo que hay imposibilidad presupuestal para atender el PAE y el transporte escolar para esta población.

'Señor canciller, lo invito a La Guajira, deseamos que sea usted quien presida el próximo Puesto de Mando Unificado en nuestro departamento y conozca de fondo lo que sucede en esta parte del país', dijo la gobernadora a Trujillo.

Entre tanto, Migración Colombia anunció que las autoridades migratorias de nuestro país, Perú y Ecuador se reunirán los días lunes y martes de la próxima semana en Bogotá para revisar la situación migratoria de miles de venezolanos que se vienen movilizando por la región.

La ONU denuncia restricciones en Latinoamérica

La ONU exhortó el jueves a los países latinoamericanos a seguir acogiendo a los refugiados venezolanos, y denunció las nuevas exigencias en las fronteras implementadas por Ecuador y Perú. En un comunicado conjunto, el Alto Comisionado de la ONU para los refugiados (ACNUR), Filippo Grandi, y el director general de la Organización para las Migraciones (OIM), William Lacy Swing, pidieron un mayor apoyo de la comunidad internacional. Las dos agencias de la ONU se refirieron en particular a las nuevas exigencias en materia de pasaportes y de entrada en las fronteras de Ecuador y Perú.

Más de 400.000 venezolanos ingresaron a Perú en los últimos dos años, en el marco de la política de puertas abiertas que inicialmente ofrecieron las autoridades ante la crisis social y económica que vive Venezuela. Perú decidió luego exigir pasaporte a los venezolanos que huyen de su país, al detectarse ingresos con cédulas falsas.