Después de 165 años, el corregimiento de Pancho, en el municipio de Manaure, tiene un puente que les permitirá a sus habitantes y a 23 comunidades wayuu comunicarse con Riohacha sin tener que mojarse en el río Calancala, como muchas veces les tocó hacerlo.
En esta población guajira se cumplió la inauguración de esperada obra que tuvo un costo de $2.694.210.648 y fue ejecutado por el Consorcio Puente Calancala.
Los pobladores, líderes y estudiantes celebraron este hecho, el cual calificaron como histórico teniendo en cuenta la odisea que vivieron durante décadas.
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Ana Pino, autoridad tradicional del corregimiento de Pancho, aseguró que esto es un sueño que se hace realidad, ya que toda su vida esperó que llegara la construcción de este puente.
'Mis antepasados murieron y no pudieron vivir este momento, estoy segura que desde donde estén celebran que hoy en día ese anhelo sea una realidad', manifestó. Agrego que 'yo pensé que me iba a morir y no ver el puente'.
Miembros de la comunidad aseguran que llevaban tanto tiempo esperando que este puente se construyera, pero indicaron que la espera afortunadamente acabó.
Así lo expresó la escritora wayuu Vicenta Siosi quien precisó que estudiantes, comerciantes, recolectores de frutas y pescadores podrán utilizar el puente para llegar de manera más rápida a Riohacha a vender sus productos, a estudiar o a visitar a sus familiares. 'Esto que el pueblo esperaba desde 1853, indudablemente mejorará la calidad de vida ya que tendrán a la educación y el empleo mucho más cerca', indicó.
Quien cortó la cinta fue el alcalde de Manaure Aldemar Ibarra, quien dijo que este sueño lo quería cumplir hace mucho tiempo. 'Lo prometimos y aquí estamos entregando la obra que tanto se necesitaba', afirmó el mandatario, quien una vez tuvo que nadar en ese río porque el carro en el que iba se estaba hundiendo.
El concejal Rafael Zúñiga afirmó que la comunidad había hecho el llamado al Concejo, por lo que el año pasado se llevó a cabo allí una sesión, en la que expresaron la preocupación y el deseo que tenían hace muchos años. 'Decidimos respaldar la iniciativa, darle viabilidad para beneficio de todas las comunidades wayuu', indicó.
La construcción de este puente había sido adjudicada en el 2010 por el entonces gobernador Jorge Pérez Bernier al contratista Yesith Cornejo Ochoa por valor de $215.147.064. El objeto era la 'Construcción de un puente sobre el arroyo Calancala en el corregimiento de Pancho'.
Sin embargo, la obra se suspendió por dificultades administrativas y controversias que se suscitaron por el lugar donde se iba a construir. El presupuesto no alcanzó para terminarlo con los nuevos diseños y solo quedaron dos estructuras que bautizaron 'Las torres gemelas'.
Los habitantes de Pancho elaboraron un puente artesanal que usaron durante mucho tiempo, hasta ahora que ya cuentan con la obra terminada.
