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Un jaguar, especie catalogada como el felino más grande de América, fue captado en uno los bosques secos tropicales de La Guajira, gracias al monitoreo de especies nativas que lleva a cabo Cerrejón en sus áreas rehabilitadas, donde anteriormente se realizó la minería a cielo abierto.

Esto se logró por una de las 36 cámaras trampas que fueron instaladas por la carbonífera.

Según la empresa, este jaguar también conocido como Panthera Onca, es una de las especies más emblemáticas y representativas del mundo, no solo por su valor cultural, cosmológico, económico y social, sino también por la importancia que tiene para el equilibrio de los ecosistemas, la conectividad biológica y la salud de los hábitats que ocupan.

Agrega que desde 2016 se ha registrado la presencia de cinco jaguares en áreas cercanas a La Mina, lo cual no ocurría desde 1976, convirtiéndose en un indicador del cuidado y recuperación del ecosistema del bosque seco tropical de la zona.

Según los expertos de la multinacional, estos animales son elementos estratégicos de conservación, catalogados como especie clave, que representan el equilibrio e indicador del buen estado de salud de los ecosistemas. 'Todas estas características hacen del jaguar una herramienta de conservación que brinda información sobre los cambios del hábitat, la disponibilidad de presas, los cuerpos de agua, la funcionalidad de los corredores, así como de las principales amenazas que enfrenta', aseguran.

La sobrevivencia del jaguar está dada por la permanencia de esta en grandes extensiones de hábitat conectados, donde abunden especies para su consumo y lejos de amenazas como el ser humano que atenten contra su supervivencia; promoviendo así, la salud de los ecosistemas y la protección de esta especie, la cual actualmente se encuentra en peligro de extinción.