Compartir:

Uno de los sectores más afectados en La Guajira por la emergencia sanitaria por al COVID-19 y la orden de aislamiento obligatorio es el turístico.

Hoteles, hostales y agencias se vieron obligados a cerrar sus puertas de manera temporal, debido a que un gran porcentaje de las reservas fueron canceladas y han tenido que devolver recursos a los clientes.

Andrés Delgado, gerente de la agencia turística Kaishi Travel y presidente de Anato Caribe, explica que el panorama es bastante desalentador ya que muchos empresarios tuvieron que cancelar contratos, despedir a empleados, enviarlos a vacaciones y hasta llegar a acuerdos de pago porque han quedado sin recursos para pagar nóminas, servicios públicos, arriendo y otras obligaciones.

Es preciso indicar que en La Guajira hay más de cien agencias turísticas y ante la Cámara de Comercio están registrados 527 hoteles, todos con problemas financieros. A esto se suman los indígenas que de manera independiente ofrecen servicios turísticos en Riohacha, Manaure, Uribia y toda la Alta Guajira, el sector informal del corregimiento de Palomino, entre otros.

Según Andrés Delgado, si bien ellos están cumpliendo con todos los protocolos indicados por el gobierno entendiendo la magnitud de la pandemia, es necesario que el sector financiero también lo haga y les brinden un ‘respiro’ en estos momentos de crisis.

Explica que muchas empresas no han podido acceder a la banca, les niegan los préstamos a través el Fondo Nacional de Garantías, los bancos no atienden las líneas telefónicas, los estudios de créditos marchan a un ritmo muy lento.

Mientras enfrentan todas estas adversidades, a través de las redes sociales y páginas web los empresarios siguen con la tarea de promocionar a La Guajira como destino turístico, mientras exigen al gobierno que vigile el cumplimiento de los decretos presidenciales, y se adopten medidas de salvación para el sector.