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El Equipo País de las Naciones Unidas en Colombia se unió a las voces de rechazo al video recientemente publicado en redes sociales en el que dos hombres, hablan de manera abierta sobre la explotación sexual, la trata de personas y el matrimonio infantil forzado de niñas y adolescentes wayuu.

En un comunicado la ONU afirma que 'la Asamblea General de las Naciones Unidas, así como el Comité de los Derechos del Niño y el Comité para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer han llamado la atención en varias ocasiones frente al matrimonio infantil, precoz y forzado como una práctica nociva que viola los derechos humanos, que está relacionada con otras prácticas perjudiciales y violaciones de derechos humanos, y que estas violaciones tienen un efecto desproporcionadamente negativo en las mujeres, adolescentes y las niñas', se indica en la comunicación.

El organismo reconoce que estas prácticas son extendidas y compartidas por distintos grupos poblacionales en Colombia y se remite a la Encuesta Nacional de Demografía y Salud -ENDS (MSPS, 2015) en donde se establece que más del 13% de las adolescentes encuestadas entre 15 y 19 años están unidas conyugalmente, y el 43% de ellas están unidas con parejas 6 o más años mayores.

'El matrimonio infantil o la unión conyugal de las niñas, aumenta la probabilidad de experimentar violencia de pareja y otras formas de violencia de género durante su vida, y disminuye su posibilidad de ejercer su autonomía sobre los derechos sexuales y reproductivos', asegura la ONU.

Añade que organizaciones y autoridades indígenas, agencias del Sistema de las Naciones Unidas en Colombia e instituciones de gobiernos nacionales y locales realizan importantes esfuerzos por erradicar las violencias por razones de género, la discriminación y la explotación de niñas, adolescentes y mujeres en las comunidades indígenas con un enfoque intercultural y de género, y que seguirán apoyando y acompañado estos procesos.

Hacen un llamado de atención de manera que se rechace cualquier acto que atente contra la dignidad y la vida de niñas, adolescentes y mujeres, con particular atención a los derechos de las mujeres indígenas y de comunidades étnicas.

'También instamos a seguir desarrollando estudios a profundidad que permitan identificar las diversas manifestaciones y dimensiones de la discriminación, y las violencias por razones de género al interior de las comunidades y las ejercidas fuera de ellas. Ninguna forma de violencia puede justificarse, y las adolescentes y niñas deben recibir una protección reforzada', puntualiza el organismo.