La ONG Indígena de Derechos Humanos Nación Wayuu denunció que en medio de la pandemia que está viviendo el mundo, en La Guajira siguen muriendo los niños wayuu por diferentes causas, entre ellas la desnutrición.
Indica Nación Wayuu que en menos de una semana en el municipio de Manaure, de acuerdo con la información suministrada por las autoridades tradicionales de las comunidades de Muralen y Watsuamana, han muerto dos niñas, una de 17 meses de nacida y otra de 24 meses.
'Estas niñas, de acuerdo con versiones de las autoridades tradicionales, se encontraban adscritas al programa de modalidad propia del ICBF a cargo de la fundación Cámara Junior capítulo Wayma, fundación que ingresó a los territorios indígenas de manera inconsulta y arbitraria, sin ningún aprecio y/o sentido de pertenencia hacia los niños wayuu que atienden', asegura José Silva Duarte de la ONG.
Afirma que según las versiones de las autoridades tradicionales esta fundación se negó a prestar los apoyos y acompañamientos necesarios a las niñas que ya venían presentando dificultades en su salud y nunca activaron las rutas correspondientes de prevención y acompañamiento.
'En esta época de crisis, cuando una pandemia amenaza con exterminar a la humanidad, la situación para el pueblo indígena wayuu, en especial para los niños tiende a empeorar y se agudizan las muertes de estos infantes en los territorios indígenas ante la mirada negligente de las fundaciones contratistas del ICBF Regional la Guajira, encargadas de administrar los recursos destinados por el estado colombiano para la atención de la niñez wayuu', agregó el líder.
Dice que la muerte de niños wayuu nunca se ha detenido, 'con el agravante de que ahora no se sabe que los está asesinando, si el hambre, la sed, la corrupción o la pandemia que ya se asoció con estos flagelos para exterminar de una vez a la población wayuu'.
Silva hace un llamado, a petición de las Autoridades Tradicionales y familiares de las niñas fallecidas, a la Dirección Nacional del ICBF y a las entidades de control, 'se investigue la omisión de la fundación Cámara Junior frente a sus responsabilidades, ya que no puede ser casualidad que fallezcan dos niños en un mismo sector y no activen las rutas correspondientes'.
Añade que 'alertamos al estado colombiano y a sus entidades de control para que verifiquen la muerte sistemática de los niños wayuu que han aumentado significativamente desde la declaración de la pandemia COVID-19 y hasta el momento ninguna entidad de salud (secretarías departamentales y/o municipales, EPS, IPS indígenas) se han pronunciado al respecto, y más aún cuando los padres de estos niños fallecidos solo se limitan a sepultar a sus hijos en silencio ante la mirada indiferente de las fundaciones que caminan y trafican los territorios indígenas wayuu, quienes prefieren callar y ocultar estas muertes para no disparar las estadísticas ni ser sancionados por estos hechos'.
En La Guajira en lo que va corrido del año y según el Instituto Nacional de Salud, han muerto 21 niños a causa de la desnutrición y 18 por Infección Respiratoria Agua IRA. El año pasado en esta misma época las muertes por desnutrición fueron 13 y 14 por IRA.
Esto ocurre a pesar de los numerosos fallos de diferentes instancias judiciales a favor del pueblo wayuu, especialmente de los niños, de las medidas cautelares otorgadas por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y de la declaratoria de cosas inconstitucional por parte de la Corte Constitucional en La Guajira.