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La gente de Portete que venía trabajando de manera legal como coteros en los barcos que llegaban de Panamá y el Caribe, ahora deben enfrentar nuevos retos para conseguir el dinero que requieren para alimentar sus familias.

'Es un efecto de la ‘nueva normalidad’ que surge a partir de la llegada de la pandemia y las restricciones que generó, pero también es la política de persecución que se ha implementado continuamente por parte del alto Gobierno que no ve en La Guajira comerciantes y empresarios honestos, sino elementos de riesgo para la economía nacional y por eso se olvida de los puertos por donde entra realmente el contrabando y centra la persecución a los indígenas del desierto guajiro', dice Lewis Martínez, uno de los trabajadores de este muelle localizado en Bahía Portete.

No hay calado suficiente

A las limitaciones se le suma ahora las restricciones de la Superintendencia y que no hay el calado suficiente y ahora no se le permite a los barcos grandes (más 500 toneladas) el arribo a Puerto Nuevo.

Con el retiro de los barcos grandes también redujeron a menos del 50% la mano de obra para descargar.

Los líderes que hay en el puerto señalan que ahora apenas tienen turnos de 30 hombres en el día y 30 más en la noche. Las mujeres que vendían comida igualmente se redujeron los camiones que llegaban por la carga, los vendedores de hielo y toda la cantidad de personas que estaba ganándose la vida en este sitio está esperando que haya modificación o que finalmente se le de entierro al puerto.

Se requiere un dragado

De acuerdo con lo explicado por el capitán de corbeta Hugo Meza, capitán en Puerto Bolívar en cuya jurisdicción se encuentra Portete y Puerto Nuevo, la Sociedad Portuaria de la Península S.A (PENFOPOR) tiene el compromiso de hacer un dragado hasta lograr una profundidad aceptable que ahora no existe, también debía realizar un trabajo de batimetría en la zona y no se ha logrado, ni lo uno, ni lo otro, dice el oficial de la Armada Nacional.

Lo que se prevé es que esto no será tan fácil. En criterio del líder Lewis Martínez, para hacer todo este trabajo de remoción del fondo marino se requieren permisos especiales que son muy exigentes y se refiere a la condición de Parque Nacional Natural que tiene este sector de La Guajira donde hacer cualquier obra que afecte el medio ambiente requiere de mucho trámite.

La secretaría de Salud también está pendiente que no se excedan en el número de trabajadores en el puerto. Debe haber una buena bioseguridad y el espacio suficiente para evitar una contaminación de la COVID-19. Por eso no son muchos.

Hasta hace poco un cotero se ganaba $150.000 por el día de trabajo en esta zona donde casi todo es limitado y muy caro, ahora se ganan solo $50.000 y deben pagar comidas y sufragar otros gastos. En Portete el agua prácticamente hay que tomarla por ración para que alcance para el día.

No está llegando agua

Los buques grandes que ahora no entran eran los que solucionaban el problema del agua en Portete. Cada vez que llegaba un barco grande había alegría, el lastre era de agua buena y le entregaban a la comunidad entre cinco y diez mil litros del líquido.

Ahora esto no está ocurriendo, pero la reacción del Gobierno municipal, departamental y nacional es nula. Lewis Martínez, dice que cada quien debe arreglar la solución de sus necesidades como puede, pero tiene fe en que el Gobierno escuche su clamor y procedan a echarle una mano, sobre todo en estos tiempos donde quedar sin una forma de subsistencia es muy doloroso.