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Los trabajadores de Cerrejón afiliados a Sintracarbón, que se encuentra en huelga desde el pasado 31 de agosto, afirman que esta se levantará, cuando la empresa respete los beneficios que ya se han conquistado, se de la progresividad de algunos puntos y no se aplique el que han llamado el 'turno de la muerte'.

En diálogo con EL HERALDO, el presidente de la organización sindical Igor Díaz afirmó que igualmente se necesita una posición firme del Ministerio de Trabajo para sentar a las partes. 'Hasta ahora esto no ha sido posible después de dos intentos de aplicar la hoja de ruta aceptada ya por Sintracarbón', aseguró.

Dice que Sintracarbón ha ratificado su disposición de ir a donde sea necesario para facilitar el diálogo, 'sin embargo, la empresa ha partido de fijar unos inamovibles, como el de negociar en la virtualidad, contrario a las propuestas de nuestra organización y del ministerio del Trabajo'.

Díaz explica que fue la empresa la que llevó el tema del nuevo turno al proceso de negociación al presentarlo el segundo día de la etapa de negociación directa.

'La denominación como 'turno de la muerte' se ha hecho después de conocer los conceptos de médicos y expertos en enfermedades laborales que han señalado que la jornada laboral de las personas expuestas a polvillo del carbón debe ser menor a la actual, de 48 horas', explicó.

Agrega que con este turno, Cerrejón hace pasar la jornada de trabajo de 48 a 84 horas semanales. 'A eso, súmele que la compañía ha sido reticente a reconocer enfermedades crónicas e incapacitantes, con potencial de desatar patologías cancerígenas, ocasionadas por el trabajo en la mina. Hoy hay mil trabajadores afectados por enfermedades asociadas a su desempeño laboral, que no gozan del reconocimiento que merecen', precisó.

El dirigente sindical añade que la compañía ha interpuesto una denuncia a la convención colectiva, que no está en el marco de la legislación sobre el conflicto laboral, la cual pretende sea negociada en la mesa. 'En esa denuncia pretende modificar beneficios sobre el transporte de los trabajadores, los beneficios a los pensionados, auxilios para las familias de trabajadores fallecidos, eliminar un artículo sobre estímulos a la eficiencia y productividad, reducir las primas y congelar los beneficios económicos convencionales que históricamente se han indexado al IPC', anotó.

En cuanto a la situación de los precios internacionales del carbón y de la pandemia, temas que han afectado a Cerrejón, afirmó que problemáticas como estas, han estado presentes en muchos momentos de la historia de la multinacional y que ha logrado superar 'gracias al inmenso esfuerzo de los trabajadores y hoy hay síntomas de una reactivación de precios del carbón de la que Cerrejón no está informando a la opinión pública'.

En la entrevista, Igor Díaz afirma que Sintracarbón, los trabajadores y Cerrejón hemos superado difíciles coyunturas de mercado y que 'tener solidaridad con La Guajira, con Colombia, dueña del carbón, con los trabajadores, es no imponer un turno de trabajo que afecta la vida, la salud y el tejido social de los trabajadores y sus familias; eso, además de destruir miles de empleos en un tiempo tan difícil para la sociedad guajira'.

Añade que la carbonífera está desconociendo que el conflicto colectivo de trabajo lo origina el pliego de peticiones. 'Además, carece de argumentos jurídicos y administrativos, para eliminar, reducir y congelar beneficios. ¿Por qué persiste en mantener una posición irracional en el día 23 de huelga y precipitar una mayor crisis en La Guajira?', expresó en la entrevista.

Finalmente dijo que en solidaridad con la comunidad de La Guajira, Sintracarbón reclama el cumplimiento del fallo de la Corte Constitucional, que ordena la constitución de una mesa de trabajo que evalúe los puntos de vista de comunidades, autoridades gubernamentales, expertos en tema ambiental, la empresa en el tema del desvío del arroyo Bruno.

Según el sindicato, esa mesa debe reconocer los efectos de la desviación del río y la actividad minera, para definir las acciones que permitan disminuir los impactos negativos de la desviación del arroyo Bruno, los impactos de la explotación minera sobre el ambiente y la salud, así como abordar la problemática de seguridad alimentaria.

'Como empresa responsable, le reclamamos a Cerrejón, respuestas claras para la comunidad. Lo hacemos como organización construida por guajiros a los que nos duele nuestra tierra', indicó Díaz.