Un jaguar que venía devorando una cría de chivos y ovejos en una finca de las estribaciones de la Sierra nevada de Santa Marta, estuvo a punto de acabar con la vida de dos hombres a quienes atacó mientras estos pastoreaban sus animales.
El ataque del felino se produjo cuando eran aproximadamente las 10:00 mañana de este sábado y los pastores habían llevado sus animales a un cerro que está al borde de un precipicio donde hay buenos pastos.
Los pastores eran dos y uno de ellos narró a su familia que sintieron los balidos desesperados de los ovejos y cuando llegaron a investigar el jaguar se lanzó desde una parte alta al que iba delante. El felino soltó un zarpazo con sus garras logrando romper la palma de la mano y el joven retrocedió y al hacerlo rodó por un precipicio. Tras la caída, se hizo daño en el cuerpo y las manos, dijo el compañero. Este herido es Alberto Lucas Jusayú un joven wayuu de 26 años.
El otro herido, a quien el animal le lanzó otro golpe con sus garras es Jair Josué Epinayú Paz, de unos 25 años. También tiene heridas en las manos, pero menos delicada que el anterior. Cuando el animal quiso seguir atacándolos un perro que cargaban los pastores entró en escena y quiso atacar al felino, el cual empezó a esperar se acercara y luego atacó, el fiel animal hasta este domingo se encontraba desaparecido.
Cuando llegó la ayuda de otros hombres de la finca ‘Tos no van’, donde ocurrió el encuentro con la fiera, fue que se dieron cuenta que el jaguar había matado cinco animales entre chivos y ovejos antes del incidente.
Los heridos permanecen en el Hospital de Riohacha esperando que se les de autorización por su EPS para que les den atención especializada en sus heridas, pues en el Hospital Nuestra Señora de los Remedios no hay un ortopedista con especialidad de manos, sitio en el que tienen la mayor parte de las heridas producidas con las garras y los colmillos.
Muy a pesar de que en Corpoguajira se ha venido informando sobre la existencia de un programa para la protección de los felinos de la Serranía El Perijá y la Sierra Nevada de Santa Marta, estos indígenas indicaron que por su comunidad no han llegado a conocer de la existencia de estas especies, muy a pesar de que prácticamente han acabado con una cría de casi cien animales en un término superior a a un año.
Pese al daño que les ha venido haciendo el Jaguar, los indígenas dijeron que ellos no han salido a cazarlo, porque lo respetan como dueño primario de ese territorio, pero les gustaría que Corpoguajira los ayudara con alguna reparación.