Un grupo de aproximadamente 20 hombres armados, donde la mayoría tenía el rostro cubierto por capuchas y pedazos de tela, masacró a balazos a tres ciudadanos de la etnia wayuu que se dedicaban a realizar trabajos en un cementerio indígena donde harían una ceremonia los próximos días para exhumar restos de un fallecido hace cerca de tres años.
En la incursión armada perdieron la vida víctima los hermanos Ezequiel y Felipe Epiayú. También fue asesinado y su cuerpo quedó en un hueco que estaba cavando para habilitar una bóveda Ramón Hernández, un albañil de 58 años, nacido en Venezuela con familiares en el corregimiento Nazareth en la Alta Guajira.
Las informaciones que se han conocido por fuentes cercanas a los agredidos indica que el ataque armado se produjo este sábado en inmediaciones de la ranchería Hitka, la cual está en un territorio wayuu conocido como Zeura entre los kilómetros 45 y 50 de la carretera Troncal del Caribe sector comprendido entre Riohacha y Maicao.
La fuente aclara que la masacre no fue en la orilla de la arteria vial, sino varios kilómetros al oriente donde esta familia del clan Epiayú estaba realizando los preparativos para las honras fúnebres.
Los allegados que fueron consultados también indicaron que los muertos eran personas de otras zonas que estaban realizando los trabajos de mejoramiento del cementerio de ese clan y seguramente los atacantes supusieron que estaban las personas que consideran sus enemigos.
El ataque armado en el que fueron masacrados los tres hombres se produjo entre las 8:30 y las 10:30 de la mañana de este sábado y la información fue revelada muchas horas después para que las autoridades iniciaran las investigaciones correspondientes.
También trascendió que en el ataque que ha sido considerado por allegados a la familia de las víctimas como un hecho aleve por conspirar contra las personas que estaban completamente indefensas, también fueron heridos dos hombres que al parecer fueron llevados a centros asistenciales de Maicao.
La Gobernación a través de la Secretaría de Gobierno inició la gestión con la secretaría de Gobierno de Maicao, para facilitar los medios a los familiares del venezolano que manifestaron su deseo de repatriar el cuerpo de Ramón Hernández, puedan hacerlo sin tener mayores problemas.
Hay 180 conflictos parecidos
De acuerdo con lo expresado por el secretario de Gobierno del departamento, el abogado Jairo Aguilar Deluque, en la península están documentados 180 conflictos intraétnicos e interétnicos que son un riesgo para esas familias.
Dijo que el año pasado la Secretaría de Asuntos Indígenas se dedicó a llegar de municipio en municipio para levantar un informe que contemplara el número de conflictos y los protagonistas, de allí sale la cifra revelada.
No hay personal suficiente
Una de las consideraciones que se hacen en este problema es la carencia de personal suficiente para iniciar una cruzada de resolución de conflictos como se hizo en el gobierno del Jorge Ballesteros, donde fue creado una especie de Cuerpo Élite de profesionales, casi todos de la etnia wayuu, que llegaron al corazón del problema y pudieron evitar derramamiento de sangre en muchos disputas que fueron abordadas.
Ese sistema en el momento no ha sido posible, pues los recursos no son los mismos y hoy la Secretaría de Asuntos Indígenas solo cuenta como empleados de planta a la titular de la cartera y dos funcionarios más. Aguilar Deluque sostiene que el Gobernador Nemesio Roys Garzón está interesado en conformar un equipo que se dedique de manera exclusiva al trabajo de conciliación de estos grupos confrontados.
Posibles causas de la confrontación
Por el momento lo que se presume es que este ataque armado que deja tres hombres asesinados, podría hacer parte de un conflicto intraétnico que se viene desarrollando desde hace no menos de tres años y que ha dejado otro saldo luctuoso con muertos en ataques armados como el que se acaba de producir.
Se indicó que el fenómeno de la migración desde Venezuela azuzó la problemática por la tenencia de tierras, principalmente por los colombianos retornados, muchas personas y hasta familia que habían migrado al país vecino donde llegaron a lograr mejores condiciones de vida y abandonaron sus territorios y esos fueron ocupados por sus parientes principalmente, y ahora, cuando las condiciones económicas, sociales, políticas y laborales se apretaron, retornaron y encontraron que lo que era suyo tenía nuevos ocupantes renuentes a abandonar y allí se produjo el inicio de algunos conflictos existentes ahora, sin dejar de lado que los pagos millonarios que se dieron algunas compañías por uso de territorio y las promesas de otras para pagar servidumbre, avivó el fuego del inconformismo.