Seis meses de permanecer en manos de secuestradores que se lo llevaron de la zona rural de Maicao, junto a dos compañeros con los que estaban desarrollando labores de socialización de un proyecto, completó el docente Eduardo Diazgranados Márquez.
Ese 4 de septiembre de 2020 Diomedes y José De los Santos, dos nativos de la etnia wayuu que estaban acompañando al exdirector de la Casa de la Cultura de Maicao y en ese momento consultor para una empresa internacional, fueron dejados en libertad el mismo día en una zona cercana a la frontera con Venezuela.
'Desde entonces ha sido una interminable angustia, la que he vivido junto a nuestra hija de seis años y también la zozobra de los restantes hijos de Eduardo. En las noches despierto y espero en mi cama un golpe en la puerta de nuestra casa, pienso que en cualquier momento él llegará y tocará la puerta. Cuando salimos a las diligencias no demoramos mucho por fuera porque pienso que en cualquier momento llegará por sus propios medios a casa', sostiene su esposa, Olga Rocío Mora.
La mujer indicó que en todo este tiempo las personas que se llevaron a su esposo no han tenido un gesto humanitario para facilitar la tranquilidad aunque sea un poco con una prueba de supervivencia. 'Nunca he recibido una llamada para que me pongan en contacto con Eduardo o para que me indiquen cómo está su salud, sobre todo la incertidumbre de saber que su diabetes, enfermedad que padece, en cualquier momento tiene reacciones adversas cuando no hay una adecuada alimentación y suministro de medicamentos', dijo.