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Una pareja de jóvenes esposos fue asesinada a balazos mientras dormían en la madrugada de este domingo. Los hechos tuvieron lugar en una zona rural del Distrito de Riohacha.

Sujetos armados llegaron hasta el barrio de invasión donde la pareja había construido su casa y les quitaron la vida sin que los vecinos hubieran escuchado o notado algo extraño.

Los cuerpos de Allinson Armesto Grazziani, de 32 años, oriunda de Maicao y de su pareja, una adolescente de 17 años de edad, solo fueron descubiertos por la madre de la menor al día siguiente, cuando llegó cerca del mediodía de este domingo a visitarlos y se encontró con la fuerte escena de sus familiares tendidos aún sobre la cama.

De Allison Armesto se sabe que nació en Maicao, pero de muy niño fue llevado a Cotoprix, corregimiento del sur de Riohacha, lugar donde se produjo el doble crimen. Luego de varios años de estudio se fue del pueblo hasta hace unos tres años que había regresado a Cotoprix, donde hizo vida marital con su pareja, con la que tuvo una niña de dos años, y quien al momento del ataque se encontraba con su abuela materna.

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Sobre la adolescente asesinada trascendió que es oriunda de Cotoprix, población de agricultores y ganaderos, y que era hija de una pareja de indígenas wayuu que habitan en el mismo corregimiento.

Por esta razón fue que la madre y otros familiares adujeron que en atención a sus usos y costumbres contemplados en la ley colombiana, se abstenían a permitir que los cuerpos fueran sometidos a la necropsia y los tomaron y condujeron hasta la ranchería de la familia para hacer el rito mortuorio según sus costumbres ancestrales.

Autoridades estuvieron en el sitio

Pese que no hubo necropsia, en el sitio estuvieron miembros de inteligencia de la Policía Nacional especializados en la lucha contra los homicidios y funcionarios del CTI de la Fiscalía, quienes tomaron los datos preliminares para perfilar el trabajo investigativo y determinar las causas del doble homicidio y los responsables del mismo.

Allison y su pareja no tenían dinero y actualmente residían en el barrio Las Gradas, como le han llamado a esta invasión por estar al lado de la cancha de futbol, el cual no tiene iluminación, pese a que su existencia data de unos diez años.

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Cuando fueron hallados los cuerpos, los familiares no tenían recursos para sufragar los costos del ataúd, por lo que fueron auxiliados por la administración del Distrito a través de la secretaría de Gobierno. 'Hemos entregado algunos auxilios a esta familia para que puedan cumplir con sus protocolos mortuorios, dijo Leandro Mejía, nuevo titular de la cartera de Gobierno, quien indicó además que han pedido a las autoridades investigación efectiva para determinar autores de este crimen y poder judicializarlos.

Cotoprix es uno de los pueblos más tranquilos de La Guajira, donde hacía cerca de tres años no se producía un hecho violento como el que ahora mantiene consternado a sus habitantes.

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