Un grupo de lideresas wayuu solicitará al presidente de la república Iván Duque devolver a la comisión del Congreso que aprobó la denominada Ley Aluna porque consideran que desconoce el sistema matrilineal del Pueblo Wayuu.
Afirman que el clan como primer apellido no puede verse afectado por un sorteo.
Según la escritora y abogada wayuu Estercilia Simanca Pushaina, el Pueblo Wayuu tiene un sistema social y familiar fundamentado en el matrilinaje, sistema que ha pervivido milenariamente.
Explicó que los pueblos indígenas se han visto afectados por el sistema dominante en materia de registro, siendo el caso más visible el Pueblo Wayuu por ser este el más numeroso.
'Ya existe una instrucción administrativa de la Superintendencia de Notariado y Registro y la Registraduría Nacional, a través de la cual las mujeres wayuu pueden inscribir a sus hijos con el primer apellido de su clan', precisó.
Por su parte Laura José Almazo Montenegro, antropóloga wayuu afirmó que la Ley Aluna desconoce una tradición cultural milenaria, siendo el logro más reciente en materia registral la circular 276 de 2014 en la cual se emitieron directrices para la inscripción inicial, así como para la modificación y/o reemplazo del registro civil de nacimiento de integrantes de comunidades y/o pueblos indígenas, dirigidas a los funcionarios encargados del registro, incluyendo notarios.
Mientras tanto Primeria Barros Pimienta de la Fundación Saain Wayuu dice que la mencionada ley no contiene un parágrafo especial que exceptúe del sorteo a los pueblos indígenas matrilineales, pese a ser presentado por la representante a la cámara María José Pizarro, congresista de un partido indígena como lo es MAIS.
'El hecho de no tener este parágrafo especial es inconveniente e inconstitucional para el Pueblo Wayuu', aseveró.
También se pronunció Jakeline Romero Epiayú Coordinadora área derecho propio Fuerza de mujeres wayuu, quien explica que la inconveniencia radica en que al sistema matrilineal se le dio formalidad desde esos dos actos administrativos 'y por lo tanto la matrilinealidad termine siendo anulada por un sorteo cuando los padres del menor a registrar se encuentren en desacuerdo en los órdenes de los apellidos'.
La lideresa Remedios Fajardo dice por su parte que 'la inconstitucionalidad radica por ir en contravía del Artículo 7 de la Constitución Política de Colombia: 'El Estado reconoce y protege la diversidad étnica y cultural de la Nación colombiana' y la falta de un parágrafo especial no reconoce la diversidad étnica y cultural de la Nación Colombiana, inaceptable cuando la ponente supuestamente es la representante de un movimiento político indígena, ha de ser porque indígena ella no es'.
La docente y directora del consultorio jurídico de la Universidad de La Guajira, Carmen Palmarrosa Brugés, dice que se está proponiendo un parágrafo especial en el que se disponga lo siguiente: 'Se exceptúa del sorteo en el orden de los apellidos a los pueblos indígenas cuyo sistema de filiación o parentesco esté regido por el matrilinaje'.
Agregan las lideresas que, así como se encuentra consignado lesiona la Institución eje del Pueblo Wayuu, el matrilinaje: 'En caso de no existir acuerdo, el funcionario encargado de llevar el Registro Civil de Nacimiento resolverá el desacuerdo mediante un sorteo, de conformidad con el procedimiento que para tal efecto establezca la Registraduría Nacional del Estado Civil'.
Es decir que, si por alguna razón los padres no llegan a un acuerdo, se estableció que será por medio de un sorteo como se fijará cuál de los dos apellidos ocupará el primer lugar, el matrilinaje, insistimos no se puede someter a un sorteo.
La solicitud fue apoyada por el enlace institucional de la mujer de Maicao Susana Tehfe Fadlallath, así como líderes y académicos tanto del nivel nacional, como internacional.
La plenaria del Senado aprobó el pasado martes en último debate, por 59 votos contra 2, la Ley Aluna, que permitirá que se cambie el orden de los apellidos de los recién nacidos.
Esta establece que el orden de los apellidos se determinará por el consenso entre el padre y la madre. Y si no se logra el acuerdo, el funcionario encargado del registro lo elegirá por sorteo.