Dos meses después que los jóvenes guajiros levantaran la huelga de hambre, en la que duraron veinte días, han decidido reiniciarla, ya que afirman que hubo incumplimientos de los compromisos pactados en aquella ocasión.
Los manifestantes argumentan que contrario a lo acordado, a las mesas de trabajo que se instalaron, llegaron funcionarios sin capacidad de decisión que firmaban las actas, pero que no definían las acciones.