En muy mal estado se encuentra el puesto de la Policía en Castilletes, que está en la frontera con Venezuela, en la Alta Guajira y donde trabajan diez uniformados.
La denuncia la hizo la periodista María Lucía Lacouture, quien estuvo en el lugar donde los policías ejercen sus funciones y observó que se encuentra deteriorado y en precarias condiciones.
'La planta desalinizadora de agua y la eléctrica están dañadas, no tienen radio, ni televisión, ni agua y tampoco los abastecen de alimentos. Reciben ayuda de las comunidades cercanas y de los docentes que están en la zona', aseguró.