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En San Juan del Cesar, La Guajira, se volvieron a escuchar las composiciones del eterno trovador, Hernando José Marín Lacouture, debido a que se cumplió el 25 aniversario de su trágica muerte en una accidente de tránsito en 1999, que lo llevó a la eternidad dejando un legado imborrable.

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Sus canciones siguen sonando en las parrandas vallenatas y guajiras, tierra a la que le escribió contando historias en clásicos como ‘La Creciente’, La Primera Piedra, ‘El Campesino’, ‘Mis Muchachitas’, dedicadas a sus hijas Anacelis y Ana Tatiana Marín Corrales; entre otras. 

Para recordar su legado inicialmente se llevó a cabo una ofrenda floral en el cementerio municipal, luego una eucaristía en la iglesia San Juan Bautista, para luego dar paso a una exposición de sus obras en el Museo de Compositores Roberto Calderón, finalizando en la Casa de la Cultura, donde diferentes entidades gubernamentales y del folclor le rindieron un homenaje. 

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En todas las actividades estuvieron presentes los hijos de este juglar del vallenato, quienes han heredado la vena musical y de la composición. 

“Luego de 25 años de ausencia Marín está más vivo que nunca, hoy lo recordamos cómo él siempre nos lo pidió, que hiciéramos de su partida una gloria, una fiesta de júbilo. Hoy Hernando Marín nos deja un legado inagotable, sus hijos siguen cantando y sus canciones suenan más que nunca, expresó su hijo Juan Pablo Marín, Rey Vallenato de la canción inédita 2023. 

Hernando Marín tenía un estilo que fue propio, supo combinar el costumbrismo, la narrativa y la poética, para dar vida a sus composiciones y que se convirtieran en un ingrediente más del folclor vallenato.