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De Andrés a Andrea, así pasaron a llamar en la Policía al patrullero Cortés Guarín, de 24 años, quien hace cinco años ingresó a esta institución armada siendo hombre y luego tomó la decisión de cambiar de sexo.

La ahora mujer transgénero oriunda de Bucaramanga, hace dos años solicitó en la Registraduría el cambio de identidad, lo cual no fue bien recibido en la Policía, a pesar de su intachable hoja de vida.

Sin embargo, tras una batalla legal, Andrea Cortés logró conservar su trabajo y continúa adscrita a la institución en el departamento del Cauca, donde está orgullosa de que la reconozcan como mujer y se desempeña como jefe de información de una estación.

La patrullera confesó que atravesó por una batalla judicial que llegó hasta el Tribunal Superior del Distrito judicial de Popayán que dejó en firme la sentencia de primera instancia proferida por el juzgado civil de Popayán, el pasado 8 de marzo del 2018.

La decisión judicial en cuestión respaldó el libre desarrollo de su personalidad y exigió a la Policía Nacional reconocerla sin que dicha identidad transgénero afecte su convivencia y liderazgo en la institución.

Varios medios de comunicación a nivel nacional han intentado entrevistarla, pero esta se ha negado a atenderlos alegando que tiene instrucciones precisas de la Policía Nacional de no dar declaraciones sobre su condición sexual.

‘Se roba las miradas’

Su caso se ha sido muy sonado en los últimos días luego de que en redes sociales se compartieran fotografías en las que aparece en ropa íntima. Lo anterior se debe a que Andrea cuando se quita el uniforme, se roba todas las miradas porque obtiene ingresos extras como modelo de lencería.

Sobre ella se conoció además que es estudiante de comunicación social y vive con su madre y dos hermanas, quienes la apoyan incondicionalmente.