Bajo el candente sol tropical de nuestra querida Curramba la bella, y trabajando en jornadas contínuas, se pueden observar a diario a los obreros encargados de devolverle el esplendor a esa joya arquitectónica y ese monumento emblemático que tanto significa para la ciudadanía en general y para los millones de católicos que ven en la Catedral Metropolitana María Reina de Barranquilla uno de los recintos de mayor interés turístico y un espacio para la fe y la devoción religiosa.
Desde lo alto de los andamios, y concentrados en sus distintas labores, los obreros ejecutan el plan maestro ideado para su mantenimiento y conservación, el cual ha contado con el apoyo incondicional de la Gobernación del Atlántico y ha sido ejecutado por la Corporación Luis Eduardo Nieto Arteta, con el apoyo del comité conformado por algunos miembros de la Fundación María Reina, arquitectos y vitralistas, que se encuentran bajo la dirección del Arzobispo de la ciudad Monseñor Jairo Jaramillo.
El valor total a la fecha invertido en trabajos de refacción y restauración de los vitrales y en reserva para la finalización de esta primera fase del plan maestro es de: $670.000.000, según Cielo Támara, directora de la Corporación Luis Eduardo Nieto Arteta. “Los trabajos van bastante adelantados con forme se proyectó en el cronograma de trabajo que se inició en el mes de marzo de este año. Nosotros proyectamos entregar la primera fase la primera semana de julio y para final de año dejaremos prácticamente terminados los 4 primeros vitrales”, aseguró Cielo Támara.
Muy entusiastas fueron las palabras de monseñor Tamayo a la hora de valorar el estado y el pulso de las obras.“Estamos en una etapa fundamental donde se están restaurando todos los vitrales, se cambió también toda la reja de enfrente, se está haciendo el piso de los balcones, se está recuperando por dentro todo el mármol, se está pintando todo el frente“, explicó monseñor Víctor Tamayo para luego asegurar que, “eso va muy bien, el trabajo va a muy buen ritmo y esperamos que para el 7 de julio se pueda hacer la misa y después salir a la Plaza de la Paz e inaugurar la primera parte”. Monseñor espera que los trabajos estén terminados el 31 de octubre de este año.
Para Manuel González, un trabajador independiente que transita a diario por el sector los trabajos eran necesarios ya que este monumento religioso requiere una atención a la altura de su importancia. “Me parece muy bien que renueven su fachada y también es necesario que le pongan más seguridad porque esto de noche es un enredo”, aseveró.
Por su parte, Uvaldo Coronel, un transeúnte desprevenido que observaba con detenimiento las peripecias de los constructores desde las alturas, afirmó que, “estos trabajos son muy buenos y necesarios para la ciudad, mejoran el entorno, la vista el paisaje, el ambiente en general”, puntualizó.
Por Carlos Polo





