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Para muchos barranquilleros se convirtió en tradición darse una pasada por la Frutera Royal a cualquier hora del día y de la noche en busca de su popular tutifruti, los jugos de naranja con zanahoria o los ya famosos ‘matrimonios’ de bollo e' yuca con queso costeño, siempre disponibles las 24 horas del día en el barrio el Prado, justo en la calle 68 con carrera 55, a un costado de la Iglesia Inmaculada Concepción.

Durante 22 años ininterrumpidos estuvo este famoso lugar ofreciendo sus productos típicos y desde el día miércoles los apetecidos ‘matrimonios’ y su ‘comitiva’ de empanadas de trigo con pollo y el resto de los populares fritos se fueron con su sabor y su picante para otra parte.

“Nos pidieron el lugar y nos desalojaron, así nada más de la noche a la mañana porque ya vendieron la casa. Es triste que nos hayan tratado así, sin darnos el tiempo que le pedimos al dueño para poder reubicarnos. Después de 22 años allí es muy triste que nos haya tocado salir así bruscamente y a las carreras”, explicó Gertrudis Martínez, propietaria de la frutera.

Muchos de los feligreses de la Iglesia Inmaculada se acercaban a este lugar para ‘recargar baterías’ antes y después de entregarle sus oídos y su atención al sacerdote, incluso como dice su propietaria, algunas parejas que iban a contraer nupcias llegaban a comerse su ‘matrimonio’ antes de darse el sí definitivo hasta que la muerte los separe.

Barranquilla es una ciudad de tradiciones y de afectos caprichosos y la frutera Royal es uno de esos lugares emblemáticos que se ha ganado un sitio en la imaginería popular de los ‘curramberos’, en donde reconocidas personalidades como el expresidente Álvaro Uribe, astros del fútbol como el Pibe Valderrama o e la música como la mismísima Shakira se han dado su pasada alguna vez, tal como lo recuerda José Parejo, uno de los trabajadores del lugar . “Esta frutera es reconocida a nivel internacional, aquí venían artistas, gente de todas partes del mundo, yo atendí bastantes extranjeros y turistas”, afirmó.

Ayer, la propietaria y sus trabajadores tuvieron que improvisar un puesto en la casa de al lado para poder atender a la numerosa clientela que se vio sorprendida por el repentino cambio.
“Tengo 12 años de estar viniendo aquí, siempre ha sido un sitio chévere y tranquilo, nos va a hacer falta”, afirmó Jaime Arias, un cliente habitual.

Miguel Buitrago dice que para él es sagrado ir a la frutera cada vez que se encuentra en la ciudad para comerse un ‘matrimonio’ acompañado con su respectivo jugo. “Siempre vengo y esta mañana (ayer) que llegué me enteré que se tienen que cambiar y bueno para mí este lugar era prácticamente un patrimonio de Barranquilla y este cambio me dejó sorprendido”,aseguró el fiel cliente.

Óscar Fernández es de los que opina que todo el mundo va a extrañar la frutera, “hasta los turistas que venían al Hotel El Prado llegaban acá, en mi caso donde ellos vayan yo voy a estar ahí”, afirmó.

Algo incómoda, llena de ansiedad y con una tristeza resignada, se encontraba Gertrudis Martínez en la terraza de la casa ubicada en calle 70 con carrera 61 en el barrio Bellavista, lugar donde se hacen las adecuaciones del caso para que comience a funcionar la nueva sede de la frutera Royal. “La verdad es que no sé si será igual, ni cómo nos va a ir, pero desde mañana(hoy) empezamos a despachar desde aquí y esperamos que nuestra clientela siga siendo fiel y los invito a que nos acompañen en este nuevo camino ”, comentó.
Ahora para encontrar el ‘matrimonio’ ideal, hay que irse para el barrio Bellavista.

Por Carlos Polo