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Fue el argentino Julio Cortázar quien escribió (en Las babas del Diablo) sobre 'ese aire de doblemente quietas que tienen las cosas movibles cuando no se mueven'.

Y esa es precisamente la impresión transmitida por los bulldozers, retroexcavadoras, aplanadoras y demás poderosas maquinarias que permanecen mudas y acumulando óxido desde hace un mes, como dinosaurios metálicos dormidos a un lado de la Avenida Circunvalar de Barranquilla, sobre una franja de tierra en la cual ya comienzan a crecer de nuevo algunas tercas variedades de plantas erradicadas hace meses para abrir espacio a la segunda calzada de esta vía perimetral.

Las obras han estado interrumpidas durante este tiempo en un tramo de algo más de tres kilómetros de longitud, desde las inmediaciones de la planta de adoquines de la empresa Cementos Argos, cerca al extremo norte de la Vía 40, hasta poco más allá de la carrera 53.

Un empleado de la empresa contratista Valorcon —ejecutora las obras de ampliación vial en este tramo—, quien ha estado las últimas cuatro semanas cruzado de brazos, viendo pasar los carros mientras custodia la maquinaria inmóvil, dijo que las directivas de Cementos Argos están negando el permiso de entrada al equipo del contratista debido a que no se ha llegado a un acuerdo con el Distrito de Barranquilla sobre el proceso de negociación de los predios que deben ser comprados a la compañía cementera para completar el trazado de la nueva calzada.

Esta versión fue confirmada ayer por el arquitecto del Área Metropolitana de Barranquilla (AMB), el operativo Iván Zapata, encargado de supervisar el avance de las obras.

Habrá acuerdo. Anunció, no obstante, que aproximadamente en un plazo de una semana se debe desatascar la ejecución de los trabajos en este sector, pues para entonces se espera haber alcanzado un acuerdo con Cementos Argos.

No dio mayor información sobre el monto de las cantidades involucradas en las negociaciones con esta compañía y la Empresa de Desarrollo Urbano de Barranquilla, que es la entidad encargada de gestionar todo lo que tiene que ver con la adquisición de predios para estas obras públicas.

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La terca vegetación comienza a crecer de nuevo.

El arquitecto dijo que la interrupción en este tramo no debe causar mayores retrasos en la entrega final de los trabajos y su puesta al servicio de la comunidad, recordando que se ha previsto que esto suceda en unos quince meses.

Tampoco deben causarlo, dijo, otros inconvenientes que se han presentado por el represamiento o el flujo descontrolado de las aguas lluvias propias de esta temporada invernal.

Falla geológica. Igualmente, recordó que se han registrado inconvenientes en el sector de Campo Alegre, debido a la ya tristemente conocida falla geológica que ha obligado a decenas de familias a abandonar los edificios construidos en las laderas poco estables de esta parte de la geografía urbana.

Indicó que el terreno ha cedido en varios tramos debido a este accidente del terreno, causando la fractura de algunas losas ya fundidas como parte del pavimento de la Avenida Circunvalar en su segunda calzada, pero que ya se le está dando solución al problema mediante el afirmamiento del terreno y la reparación de la infraestructura averiada.

El funcionario del AMB envío un mensaje de agradecimiento a la comunidad por la entereza con que ha sido soportada la ejecución de estos trabajos, utilizando la frase slogan de la Administración Distrital para sus proyectos de obras públicas en el sector vial de la ciudad: 'Las molestias pasan, las obras quedan'.

También, desestimó las versiones según las cuales la ejecución de obras públicas viales en Barranquilla se programan de manera que coincidan con la temporada lluviosa, con el fin, supuestamente, de causar retrasos que eleven los valores de los contratos. 'Esto es una percepción errónea de la ciudadanía', aseguró el arquitecto, indicando que los costos por los retrasos causados por las condiciones climáticas o atmosféricas los deben asumir los contratistas y no el erario público.

El funcionario recordó, además, que la ejecución de estos trabajos de ampliación vial representan una inversión cercana a los 33 mil millones de pesos, nada más en el tramo del proyecto asignado a la empresa constructora Valorcon.

El gerente del AMB, Ricardo Restrepo, señaló por su parte que ya existe un documento de compromiso suscrito con Argos para cerrar la negociación de los predios, y que se están revisando los diseños de drenaje 'para hacerlos compatibles con las intervenciones de iniciativas urbanas que ellos (Argos) tienen en ese sector'.