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Una falla en el cierre de una compuerta del Airbus A320, de la empresa Avianca, originó un retraso en el vuelo AV8533, que salía a las 6:53 a. m. con destino a Bogotá, y en el que se iba a trasladar a una diligencia judicial el empresario barranquillero Guido Nule Marino, detenido por el carrusel de la contratación en Bogotá.

La falla, detectada por los sensores de la aeronave, obligó a que el piloto del avión se devolviera cuando ya estaba carreteando hacia la pista principal del Ernesto Cortissoz.

Hasta ese momento el personal de Avianca no se había percatado de que Nule Marino iba en el avión acompañado por dos funcionarios del Inpec vestidos de civil. Todos iban sentados en la fila 29, en los puestos A, B y C, respectivamente.

Todo lo contrario ocurría con los pasajeros que no dejaban de murmurar por la presencia del polémico empresario.

Tras ser detectada la falla, el avión fue ubicado en la puerta número 9 para desembarcar a los pasajeros, y esperar el enfriamiento de los frenos para posteriormente despachar el vuelo hacia la capital del país.

La presencia de Guido Nule seguía inquietando a la gente en la sala de abordaje. Testigos lo vieron apoyado de un bastón por problemas en una de sus rodilas.

Avianca expresó en un comunicado que no fueron informados del traslado de Guido Nule en uno de sus vuelos.

También era noticia en las redes sociales, por donde quizás, las directivas de Avianca se enteraron de lo que estaba pasando, debido a que el Inpec, según ellos, nunca les notificó que iban a trasladar un interno en este vuelo comercial.

Bajan a Guido Nule. Luego de que los técnicos de Avianca revisaran la aeronave y comprobaran que todo estaba en orden para viajar, se procedió hacer el abordaje de los pasajeros a las 9:57 a. m. Todos subieron, incluido Guido Nule y los dos guardias del Inpec, pero ya sentados en el avión, personal de la Policía Aeroportuaria llegó a notificarles que no podían viajar, puesto que se había incumplido con el protocolo de seguridad para este tipo de traslados.

Ni la aerolínea y la Policía habían sido informadas, por lo que el procesado y los guardias tuvieron que desembarcar nuevamente, lo que generó otro retraso y la molestia de los demás viajeros.

Minutos después la aeronave despegó, y según un comunicado de prensa de Avianca, arribó a Bogotá a las 11:15 a. m.

A Nule Marino y a los guardias de seguridad les tocó esperar a que el Inpec notificara el traslado, y que la aerolínea les asignara otro vuelo. Finalmente, hacia las 11:30 a. m., el detenido abordó el vuelo AV8527, y llegó a la 1:00 p. m. para cumplir con la solicitud elevada por el Juzgado Décimo Penal del Circuito Especializado de Bogotá.

Por su parte, Adriana Kleber Hernández, gerente de Avianca Zona Norte, al ser consultada por este tema manifestó no estar autorizada para revelar las identidades de las personas que viajan con ellos por cuestiones de seguridad, pero manifestó que no habían recibido ninguna comunicación por parte del Inpec para el traslado de un interno.

'Existe un protocolo especial cuando se va hacer este tipo de traslados. Se denomina Viajero en Condiciones Jurídicas Especiales, y es coordinado entre la aerolínea y el Inpec. Ellos llaman, notifican el traslado y compran sus tiquetes como cualquier otro pasajero', indicó la funcionaria de Avianca.

El artículo 5.8, del contrato de transporte de Avianca, habla sobre el transporte de pasajeros no admitidos, deportados o reos. Allí se explica que las autoridades competentes, en este caso el Inpec, deben informar, por lo menos, con 24 horas de anticipación al vuelo, del traslado de una persona detenida.

Se cumplió el protocolo. En un comunicado el Inpec afirmó que no hubo incumplimiento de los protocolos de seguridad, y que prueba de ello era la ubicación dentro del avión en la que estaba el interno y los guardias.

'Estaban en los últimos puestos, como lo dice la norma. El retraso se presentó por la falla mecánica, y no por la presencia del interno', indicaron fuentes del Inpec.

El comunicado aclara que: 'el Director General del Inpec, Mayor General Gustavo Ricaurte Tapia, ordenó que dicho traslado fuera apoyado por la Dirección Regional Central del instituto, los establecimientos carcelarios de Barranquilla y Bogotá y la Fuerza Pública, bajo estrictas medidas de seguridad'.