De mantenerse el ritmo actual de subidas de las aguas del mar, Barranquilla sería después de Alejandría (Egipto), la ciudad costera con mayores riesgos de inundación estimados para el 2050.
Así lo advirtieron cinco especialistas de la Universidad del Norte al citar un estudio del Banco Mundial según el cual, la erosión causada por el agua salada y las inundaciones de las zonas costeras serán solo algunas de las consecuencias más graves de este fenómeno.
Según el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), en promedio, las pérdidas por inundaciones a nivel mundial podrían aumentar desde aproximadamente US$ 6 mil millones por año hasta US$ 60 mil a US$ 63 mil millones anuales para el 2050, debido al crecimiento demográfico y económico en las zonas costeras y al efecto multiplicador en el aumento del nivel del mar.
Topes en temperatura. El tema sobre cambio climático fue analizado por los investigadores Joachim Hahn, Manuel Alvarado, Carlos Javier Velázquez, Jaime Escobar y Juan Carlos Ortiz, durante el Café-tertulia convocado por la Dirección de Investigaciones de la universidad.
Joachim Hahn, Manuel Alvarado, Carlos Javier Velázquez, Jaime Escobar y Juan Carlos Ortiz en la tertulia sobre cambio climático en la Universidad del Norte.
En esta oportunidad el grupo de profesores dialogó con la comunidad en torno a las consecuencias que afrontaremos por el calentamiento global y cómo debemos prepararnos.
Juan Carlos Ortiz, del grupo de investigación en Física Aplicada de Uninorte, se refirió a la subida en los niveles de los océanos.
'Podemos formular hipótesis basados en las investigaciones: el mar aumentaría unos 30 o 40 centímetros en unos 100 años, como consecuencia, no aumentarán el número de huracanes, pero sí su intensidad', planteó.
Coincidieron en que Barranquilla ya siente los efectos del cambio climático. Por ejemplo, hace 10 años nadie creía que se pudieran registrar eventos ciclónicos como el tornado del 2006 y desde entonces, cada año se produce uno o más.
Del mismo modo, en la región ya se experimenta un aumento de la temperatura. En el caso de nuestra ciudad, en los últimos 20 años se han presentado niveles topes que anteriormente no se registraban.
'Eso que pensamos que no nos afectaba, nos está afectando', señaló Carlos Javier Velásquez, del grupo de investigación en Derecho y especialista en la parte ambiental. Plantea que aquí hay dos palabras claves: adaptación y mitigación, eso implica entender que ya el fenómeno existe. 'Por mucho que reduzcamos la producción de gases, ya el fenómeno está'.
En este sentido, dijo que desde la ciudadanía lo más importante es la adaptación. 'Tenemos que estar preparados para los cambios que vendrán, para esto hay que planificar, organizar a la comunidad y adoptar acciones conjuntas para vivir en medio de los efectos lo mejor posible'.
Eso quiere decir -agrega- que eso que pensamos que no nos afectaba, nos está afectando.
Menos palmeras y carros. En el caso de nuestra ciudad, para mitigar los efectos del cambio climático, Velásquez señala que además de empezar a concientizar a la gente sobre reducir el consumo de energía, hay que ser menos dependientes del vehículo particular y usar más el transporte público.
'En Barranquilla creció el parque automotor porque la gente compró vehículos, y cuando anunciaron el pico y placa en Bogotá, creado para reducir el uso del vehículo, la gente lo que hizo fue comprar dos carros'.
También se refiere a la urgencia de adelantar estudios sobre la biodiversidad humana y cita la siembra masiva de palmeras para imitar a ciudades como Miami.
'Si usáramos nuestros árboles autóctonos, mitigaríamos un poco los efectos del cambio climático. No hay que dejarse llevar por el consumismo y tener metas de reducción'.
Jaime Escobar, director del Instituto de Desarrollo Sostenibles, añade que el cambio climático nos está llevando hacia un calentamiento del planeta con dos características principales: primero su velocidad, que no se había visto en el periodo geológico y segundo, que el hombre es el causante de ese calentamiento global. ALV