No existen estudios que precisen la cantidad de dinero que el Distrito de Barranquilla ha perdido y pierde a diario debido al inveterado vicio de utilizar las losas del pavimento de las calles para preparar mezclas de cemento o de concreto.
Al endurecerse, estas mezclas dejan protuberancias rígidas que no solo empeoran la calidad del rodamiento de los vehículos automotores sino que contribuyen a destruir una infraestructura vial ya bastante castigada y por la cual la ciudadanía ha desembolsado miles de millones de pesos a través del pago de sus impuestos.
Por toda la ciudad, en barrios de estrato 1 o de estrato 6, ya sean grandes firmas inmobiliarias que ejecutan ambiciosos emprendimientos o vecinos que ejecutan pequeños trabajos de construcción o de reparaciones locativas por cuenta propia, todos abusan indolentemente del pavimento, utilizándolo para su provecho particular y, de paso, arruinando un costoso e indispensable bien público.
EL HERALDO denunció esta situación el pasado 1 de abril, en su nota periodística y reportaje gráfico titulado ‘Mezclar cemento en las calles es un vicio destructivo’. En aquella ocasión se consultó a Nury Logreira, secretaria de Infraestructura Distrital, quien hizo entonces un llamado a los constructores de la ciudad y firmas de ingeniería para que apliquen una mínima parte de los conocimientos adquiridos durante el estudio de su profesión para no seguir atentando de esta manera contra la infraestructura pública.
Por su parte, la secretaria de Control Urbano y Espacio Público, Diana Amaya, invitó a la ciudadanía a que denuncie a los infractores que incurren en estas prácticas nocivas, indicando además que estas denuncias son claves para detenerles.
El presidente de la Sociedad Colombiana de Ingenieros en el Atlántico en ese momento, el ingeniero Luis Narváez, observó que el concreto debería ser transportado hasta las obras ya debidamente premezclado y vaciado mediante un sistema hidráulico.
En el caso de trabajos particulares, donde la cantidad de obra no lo amerite (las empresas concreteras no suelen despachar menos de cuatro metros cúbicos de concreto hidráulico premezclado), se debe disponer de una mezcladora, indicó además.
¿Ha mejorado la situación desde entonces? La directora del Departamento de Medio Ambiente de Barranquilla (Damab), Jacqueline Reina, asegura que sí.
La directora indica que desde entonces no sólo se realizan operativos frecuentes para detectar y sancionar a los constructores infractores, sino que el Distrito ha elaborado y distribuido entre el gremio una cartilla de buenas prácticas.
También se están afinando los últimos detalles de un convenio que se celebrará entre el Distrito y el gremio de la construcción para que los miembros del mismo dispongan correctamente de los residuos o escombros, respeten el espacio público, especialmente las zonas verdes, y no continúen atentando contra la infraestructura pública.