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La cobertura de la Educación en la Región Caribe colombiana ha experimentado un repunte a lo largo de los últimos años, pero sigue presente la imperiosa necesidad de aumentar la calidad de la misma y de hacer un mejor aprovechamiento de las nuevas tecnologías que pueden enriquecerla y favorecer el proceso pedagógico. También resultan inquietantes los índices de deserción estudiantil.

Estas son algunas de las conclusiones presentadas por el Observatorio de la Educación del Caribe Colombiano, ayer en la sede Country de la caja de compensación familiar Combarranquilla.

En cuanto a la cobertura en Educación Superior , según explicó el coordinador del Observatorio, Jorge Valencia, la región se encuentra todavía por debajo de la media nacional, pero con marcadas diferencias de departamento a departamento.

Mientras que en el país la media de cobertura es del 42,3%, en la Costa Caribe oscila entre el 42% del departamento del Atlántico —el departamento mejor ubicado de la región— y el 16% de La Guajira —el peor ubicado—.

En Magdalena es del 28%; en Cesar, del 26%; en Sucre, del 19%; en Córdoba, del 20%; en Bolívar, del 34%.

El coordinador del Observatorio explicó también que la mejora de la calidad educativa pasa por la optimización de las competencias del personal docente y de los programas académicos de las universidades. De los 536 programas universitarios que ofrecen las entidades de educación superior en la Costa Caribe, solo el 1% se cuenta con la acreditación de Alta Calidad que otorga el Ministerio de Educación.

Dijo que, aparte de Uninorte, la Universidad de la Costa CUC y la Simón Bolívar son las que más han hecho esfuerzos por obtener la acreditación de Alta Calidad para sus programas académicos.

Explicó que esto ocurre, en parte, porque dicha acreditación no es obligatoria, sino que depende de la voluntad de los directivos de cada entidad. En este sentido, exhortó a los padres de familia, quienes financian mayoritariamente la calidad del estudiantado en el país y en la región, a exigir la obtención de estas acreditaciones de Alta Calidad.

Otro punto que necesita mejorarse de la educación en la Costa Caribe colombiana es su articulación con las necesidades del sector productivo. Esto quiere decir ofrecer contenidos académicos pertinentes a las exigencias del mundo actual. Se resume en una sola palabra: 'pertinencia'.

Sobre este punto, indicó que existe un divorcio entre el sector educativo y el sector productivo, que siguen siendo vistos como dos sectores que no guardan ninguna relación en absoluto, y criticó el cortoplacismo de los empresarios e industriales que ven la contratación de personal como algo coyuntural y que solo responden a sus necesidades puntuales y momentáneas, en vez de anticiparse a las necesidades que existirán dentro de 10 o de 20 años.

En cuanto a la Educación Media, el coordinador del observatorio señaló que la calidad deja mucho que desear, a pesar del notable aumento de la cobertura que ha existido en las capitales más desarrolladas, especialmente en Barranquilla. Solamente dos de cada diez estudiantes que se gradúan de bachilleres lo hacen posteriormente de alguna carrera profesional. Esto se relaciona con la falta de estímulos pero también de articulación entre los programas de Educación Superior y los de Educación Media.

En 2009, el promedio de tiempo de acceso que tenía un estudiante a internet desde sus instituciones educativas era de ocho minutos diarios. Es obvio que esta cifra ha mejorado debido al decidido apoyo a la adquisición de computadores y de tabletas impulsado por los gobiernos departamentales, municipales y distritales. Sin embargo, según lo explicó Jorge Valencia, es poco lo que se ha hecho para aprovechar la irrupción de estas nuevas tecnologías para articularlas con el verdadero proceso pedagógico.

'A los docentes se les explica todo lo necesario sobre el manejo técnico de la herramienta, pero existe poca formación sobre la manera de generar conocimiento', dijo.