Compartir:

Si algo caracterizó a la primera Jornada del Plan de Sustitución de Vehículos de Tracción Animal fue la inesperada sinfonía equina de rebuznos y relinchos de los 31 cuadrúpedos entregados por los carromuleros, cuyo estruendo fue interpretado por asistentes y funcionarios como una canción de libertad. Los primeros que obtuvieron su ‘pensión’ adelantada cuando les fue quitado el yugo de la carreta y la carga de años de peso sobre sus lomos incluso llegaron a tenderse en el suelo y a revolcarse de aparente júbilo.

Entre emociones encontradas, los 31 carromuleros que acudieron a la cita celebrada en las instalaciones del Coliseo de Ferias Asoequinos en Galapa se despidieron de las bestias de carga que durante años les proporcionaron su sustento. Unos expresaron sentir tristeza por la despedida. Otros dijeron que sentían felicidad porque tanto para ellos como para los orejudos trabajadores inician una nueva vida que promete más tranquilidad y descanso. De todas maneras, el proyecto de sustituir los animales busca también prevenir el maltrato al que son sometidos a diario por sus dueños.

El cambio de vida lo sentirá el viejo burro llamado Frijolito, que en medio de la sinfonía de rebuznos y relinchos se tendió sobre la arena del Coliseo y se revolcó para celebrar su paso a su nueva vida de ‘pensionado’. Aunque a él no lo veremos sentado en una esquina con una ‘fría vestida de novia’ como ocurre regularmente con un pensionado de esta parte del Caribe colombiano. Para este animalito de siete años ya no sobrevendrán más jornadas extenuantes de 12 horas bajo el sol recorriendo las calles de la ciudad.

Porque según Alfredo Carbonell, gerente de Proyectos Especiales de la Alcaldía, la sustitución es el primer gran paso para asegurar el camino hacia el progreso económico de los carromuleros, una mejor seguridad y movilidad en las vías y, de paso, una mejor vida para los animales víctimas de maltrato.

El funcionario aseguró que por lo menos un 80% de la población censada dedicada a esta actividad (919 carromuleros) se encuentra ya en la ruta o en algunas de las etapas de la ruta para lograr todo el proceso de sustitución. Eso quiere decir que unos 700 carromuleros ya están en los cursos de capacitación o en la fase de certificación animal, o han ido al Centro de Oportunidades a hacer planes de negocios.

'Nosotros seguimos con las puertas abiertas. Los que todavía no se han acogido aún tienen tiempo de ir: hay 200 carromuleros que no han aparecido o a quienes simplemente no les interesa acogerse a la sustitución. A medida que este plan avance se van a endurecer las medidas por parte de la Secretaría de Movilidad y llegará un punto en que no van a poder circular por las calles de la ciudad. Por eso es importante que se acojan al plan de sustitución' afirmó el funcionario.

Uno de los que sí se presentó desde el inicio del proyecto fue Hilario Gómez, de 80 años, quien lleva 50 años dedicado a recorrer las calles del barrio La Esmeralda y los sectores aledaños vendiendo frutas. Precisamente, en los últimos 6 años su fiel compañero ha sido Frijolito, el burro trabajador que le ayudaba a ganar el pan diario. Según Gómez, la despedida de su animal no fue sencilla ya que su fiel acompañante se había convertido en parte de su familia. 'Ya estoy enguayabado porque ajá, ese animalito vivía en la casa; en la parte de atrás le teníamos una pequeña pesebrera y uno lo sentía ahí todos los días. Yo lo cogí desde pequeño, cuando estaba flaco y enfermizo, y lo cuidé y lo alimenté. Mañana, cuando vaya al patio, ya no va a estar. Pero bueno, es lo mejor pa’ él y pa’ todos porque lo que se viene es una mejor vida' dice.

Hilario solo logró cursar hasta cuarto elemental y, por la falta de trabajo, se dedicó a la única opción que encontró hace cinco décadas: trabajar en una carreta transportando madera. Hoy, con sus ojos empañados por el paso del tiempo, observa a su burrito sabanero y deja entrever un asomo de nostalgia. Sabe que tanto para él como para Frijolito, terminaron los días de tráfico, de sol y de lluvia.

A cambio, Hilario –quien se despide de su animal con un abrazo– le espera un nuevo negocio que él mismo llamó 'la Bendición de Dios' y la tranquilidad de pasar más horas con los suyos en casa. El carretero recibió 3.500.000 pesos en insumos para iniciar una pequeña refresquería que abrirá en su hogar. El dinero le significará tener un congelador, una licuadora, un enfriador y una carpa, entre otros insumos, que le ayudarán a construir su nuevo sueño.

'Este año hemos invertido aproximadamente 800 millones de pesos en este proyecto. A los carromuleros en este primera entrega se les está dando 3.500.000 a cada uno en insumos para sus negocios. En un año les vamos a entregar un millón y medio más para un total de 5 millones a cada uno, para inicien y luego fortalezcan sus negocios. Así, estamos hablando de 200 millones de pesos para los primeros 50 del programa', explica Carbonell.

Según Sixto Díaz, director del Centro de Oportunidades, este es apenas el comienzo ya que inician una actividad comercial o de negocio en el que va a estar acompañados durante el proceso de transición y crecimiento. 'No es solamente entregarles un negocio. Se trata de hacerles seguimiento en el proceso por cerca de 8 a 10 meses, y hasta un año si es necesario, para que se consolide la realización de sus pequeñas microempresas', indica.

'Esta actividad representa un peligro no solo para los mismos conductores de vehículos de tracción animal sino para la ciudadanía porque es una actividad que retrasa y genera congestión y además genera condiciones para que se presenten accidentes', explicó Walid David Jalil, secretario de Movilidad del Distrito.

Según el funcionario, este es el inicio de una transformación en las calles de la ciudad y también en la misma percepción de urbe. Y una ganancia para los animales, porque para ellos también llega un cambio: pasarán a tener una mejor calidad de vida ya que irán a un lugar adecuado para ellos.

Allá ya está Frijolito y los treinta equinos que ayer quedaron libres de amarras, pesos extenuantes y de esos largos recorridos bajo el resplandor del 'mono de fuego' del Caribe. Sus propietarios, por su parte, se libraron de una vida de estigmas, enfermedades laborales, riesgo de accidentes, ingresos mínimos y una eterna informalidad.

Por el momento estos equinos entregados hoy, se quedan en las pesebreras del Coliseo de Ferias Asoqequinos en Galapa, según Carbonell ya hay mucha gente inscrita en el programa de adopción preparado para que todos los estos cuadrúpedos accedan a un nuevo hogar, como fincas y lugares de recreo rulares donde van a recibir el mejor de los tratamientos. 'Ya la adopción de los primeros 50 está garantizada. La idea es que a partir de su entrega tengan una mejor alimentación que se quiten el yugo de la carreta y el trabajo duro y accedan a todo el bienestar animal que se merecen', afirmó el funcionario.