Lo que había comenzado como una protesta pacífica de los estudiantes de la universidad San Martín, en el Corredor Universitario, terminó ayer con disturbios y enfrentamientos con los agentes del Esmad que llegaron a disolver la manifestación lanzando gases lacrimógenos.
Los estudiantes de sexto semestre de Medicina de la Fundación Universitaria San Martín iniciaron desde la noche del martes una protesta pacífica en el mencionado corredor para exigir una respuesta de los directivos de la Fundación del ministerio de Educación a la situación que vienen afrontando debido al vencimiento del registro calificado del programa de Medicina, que los tiene en el limbo académico.
Debido al bloqueo vehicular que se presentó, agentes del Esmad llegaron a tratar de restablecer el orden público. Sin embargo, los manifestantes se resistieron, de manera pacífica, a desbloquear la vía. Pero en ese ‘tira y jale’ se generaron disturbios y enfrentamientos.
Los estudiantes corrían de un lugar a otro. Hubo un completo caos. Algunos trataron de resguardarse y otros exigían respeto al derecho de protestar.
Los estudiantes denunciaron que resultaron lesionados, con síntomas de ahogamiento por los gases lacrimógenos lanzados por agentes del Esmad.
La protesta de los universitarios se debió a la falta de respuesta por parte de las directivas de la Universidad, que habían prometido reunirse con ellos y con los padres de familia, que recién se enteraron que el registro calificado se venció desde el año 2010.
Aunque los estudiantes de la Facultad de Medicina se matricularon e invirtieron varios semestres de estudio, ahora se encuentran en el limbo. 'Nadie responde por el tiempo y dinero perdido,' expresó Carlos Rojano, uno de los padres de familia que vive fuera de la ciudad y que había venido a la reunión a la que les habían citado con el presidente de la sala plena de la Fundación San Martín, Mariano Alvear.
La reunión estaba programada inicialmente para el martes a las 11 de la mañana. A ella asistieron tanto estudiantes como padres de familia, pero a esa hora les manifestaron que Alvear no llegaría sino hasta en horas de la tarde.
Tanto los estudiantes como los padres de familia aceptaron regresar en la tarde a la reunión, pero el directivo tampoco asistió. Les dijeron que estaba incapacitado y no podía viajar. Esto fue considerado como ‘una burla’ y exacerbó ánimos de los estudiantes, quienes decidieron bloquear el Corredor Universitario a las 6 de la tarde del martes. Esto generó un caos vehicular.
El bloqueo se logró levantarse en horas de la noche, luego de un diálogo que sostuvieron con la Policía, un representante de la universidad y el secretario del Interior Departamental, Jaime Berdugo.
En la mañana de ayer, y ante la falta de respuesta, los estudiantes decidieron continuar con la protesta y desde las 8 de la mañana bloquearon nuevamente el Corredor Universitario e impidieron el acceso al claustro universitario.
Hernando Jiménez, otro padre de familia, destacó que la universidad tiene un excelente programa, unos excelentes docentes y los estudiantes están a la altura de cualquier estudiante de medicina del país.
Agregó que 'la universidad tiene un desbarajuste administrativo y se está manejando por capricho, generando un desprestigio'.
Igualmente, dijo que los estudiantes de sexto semestre de medicina están en este momento en el aire porque la universidad los matriculó sin tener el registro calificado. 'Así estuvieron durante tres años con el conocimiento del gobierno. Le hemos enviado cartas al presidente Santos y a la ministra de Educación y no hemos obtenido respuesta, y la paciencia se agota'.
Los estudiantes exigen vigilancia del ministerio de Educación, ya que desde que ingresaron a estudiar el programa no tenía registro calificado y sin embargo permitieron que ellos estudiaran. 'La única alternativa es que nos realicen la prueba de suficiencia, para ser aceptados en otra universidad. Sin embargo, esa prueba tiene un costo de $14 millones que debe asumir la fundación o el ministerio que fueron los que crearon el problema', puntualizan.
