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El puente Laureano Gómez (o puente Pumarejo, como es conocido popularmente) es uno de los principales accesos a la ciudad de Barranquilla: una obra civil pública que cruza el río Magdalena y que conecta a la ciudad con una importante porción de la malla vial colombiana, vía la población de Ciénaga.

Durante años fue considerado un orgullo local y el puente más largo de todo el país. Treinta y nueve años después de su inauguración, que tuvo lugar el 6 de abril de 1974, en esta obra es cada vez más patente la decadencia. Su estructura luce diezmada por el paso del tiempo.

Sobre todo, sus andenes, que otrora eran utilizados para la pesca artesanal y deportiva y para el paso de miles de peatones. Hoy, se han convertido en ‘trampas’ humanas que revisten un alto grado de peligrosidad.

Más 500 de las losas del andén derecho (en el sentido Atlántico- Magdalena) se hallan en muy mal estado. Muchas de ellas se encuentran completamente levantadas y otras han sido totalmente destruidas.

Por este andén ya no circula peatón alguno. Para los habitantes de los barrios La Chinita, La Luz, Simón Bolívar, Rebolo y sectores aledaños —sobre todo para los habitantes de la población ribereña de Palermo—, el estado actual de este andén representa un alto riesgo. 'Esas placas están en muy malas condiciones. Se notó mucho más después de que retiraron esa tubería de gas que estuvo ahí durante un año. Ahora, por ahí no puede pasar nadie. La gente que transitaba por ahí en bicicleta le toca bajarse a la calzada, exponiéndose a un accidente', afirmó, Jorge Pozo, líder comunitario de Palermo.

'Se supone que esta es la entrada a Barranquilla, y mire eso: así no tiene ni presentación. Esto lo que produce es una mala imagen, de entrada', agregó otro de los habitantes de la población.

En la percepción general de la comunidad está la convicción que el andén quedó en esas terribles condiciones debido a la instalación de una tubería de gas que estuvo funcionando provisionalmente en ese costado del puente durante un año.

Eduardo Rosado, vicepresidente de asuntos corporativos de la empresa Promigas, explicó que las autoridades nacionales, como Invías, el Ministerio de Transporte, la Superintendencia de Servicios Públicos y el Ministerio de Minas, le permitieron a la empresa el uso de este tramo del puente con algunos compromisos de por medio: 'Nos solicitaron retirar la tubería antes del 30 de noviembre de 2013 y se retiró el 11 de noviembre de ese mismo año. Debo aclarar que el andén ya se encontraba deteriorado. Le faltaban una cantidad de losas y por ahí el paso era prácticamente imposible antes de la instalación de la tubería', afirmó.

Algunos tramos de este costado del puente se encuentran mucho más deteriorados que otros. De algunas losas ya sobresalen varillas que significan un peligro para el usuario.

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Según el ejecutivo, los compromisos pactados con Invías se han cumplido a satisfacción, como el retiro de señales verticales tipo baranda y pasavía, la pintura de demarcación del puente, la marca vial. También se practicó la remoción de pernos y el resane de columnetas y de la viga del andén.

Sin embargo, en lo concerniente al mal estado de las losas, Rosado aclaró que aunque Promigas tiene toda la disposición de intervenir para mejorar el estado de las mismas, esta es una tarea que no le competa a la compañía.

'Esto no sería posible: estaríamos interrumpiendo un proceso que Invías ya venía adelantando con otra empresa, la cual había utilizado ese mismo espacio para la instalación de unas redes eléctricas, anterior a nuestra ocupación temporal', explicó.

'Eso quedó así del lado donde estaba la tubería de gas. Aquí hay mucha gente que trabaja en Barranquilla. Los pescadores, los jóvenes cruzan todos los días ese puente, y ahora tenemos solo un andén, porque el otro se ha convertido en una trampa peligrosa', dijo Aristides Ramírez, habitante de Palermo.

Según Betty Yadira García, gerente de Electricaribe, la compañía retiró en su momento las losas para reemplazar el cable subterráneo que alimenta de energía a Palermo y a las empresas del sector, debido a que se presentó una emergencia en el puente con el cable de potencia y por los continuos intentos de robo contra este cable, que afectaron la red eléctrica y obligó a la compañía a hacer el respectivo cambio de la misma.

Según la gerente, al culminar el remplazo del cable, Electricaribe procedió a ordenar la fabricación de unas nuevas losas, pero estas no se pudieron instalar en su momento, debido a que se tuvo que colocar la tubería provisional de gas sobre las losas afectadas, y la restitución quedó a la espera de que se retirara la tubería del puente.

'Luego del retiro de la tubería provisional de gas, la empresa Electricaribe procederá a instalar 600 tapas que le corresponden a la compañía instalar, previo el lleno de unos requisitos exigidos por Invías', aseguró García.

Según la funcionaria, para llevar a cabo este trabajo se realizará una reunión la próxima semana con el Invías, con el fin de definir detalles del plan de manejo de tránsito y así desarrollar las obras.

Mientras tanto, la comunidad sigue a la espera de una pronta solución a esta problemática.

Antes de que ocurra un hecho que lamentar.