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José Arteta y Alberto Herrera son dos de los 78 libreros que tendrán la misión de darle la bienvenida a los compradores en el Centro Cultural del Libro Casa Vargas, ya que por sorteo obtuvieron los puestos uno y siete, respectivamente, ubicados a la entrada del inmueble recuperado por la Alcaldía.

Arteta lleva 45 de sus 72 años ejerciendo el oficio de librero en la Plaza de San Nicolás, pero hace cuatro años cuando tuvo que desalojar por las obras de remodelación de la plaza, fue reubicado en el Paseo Bolívar.

Allí, en la calle 34 entre carreras 41 y 42, dice que estaba en los últimos puestos, por lo que en esos cuatro años perdió todo lo que invirtió en el negocio.

'Allí no llegaba nadie, pero en Casa Vargas tendré el privilegio de recibir a los potenciales compradores', dijo, aún con la balota #1 en sus manos, luego del sorteo de adjudicación de los nuevos locales.

José Arteta señala con su dedo el número del puesto que le correspondió: el #1, ubicado en toda la entrada.

Su colega Alberto Herrera, con 26 años en el oficio, asegura que lo mejor de pasar a la formalidad fue dejar a un lado la calle, en la que estaban expuestos al sol y a la lluvia. 'La gente nos miraba con desdén por ocupar el espacio público', agrega.

En el sorteo realizado por la secretaria de Control Urbano y Espacio Público (e), Carolina Consuegra, voceros de la Asociación de Libreros del Centro de Barranquilla como Dairo Arteta, Pedro Ramírez y Samuel García, fueron los únicos que tuvieron la opción de escoger su local, tal como fue acordado por el resto de colegas para agradecerles el liderazgo que cumplieron durante el proceso.

Al final, se decidieron por los puesto 2, el 22 y el 23, respectivamente.

El resto de locales del primer piso, 50 en total, fueron sorteados teniendo en cuenta la antigüedad y el ejercicio de la actividad contínua durante todo el año.

Alberto Herrera comenzó a empacar sus libros para el traslado a la Casa Vargas. Lleva 26 años en el oficio.

El segundo sorteo le correspondió al resto de los adjudicatarios y un tercero, para las cinco cocinas y las tres refresquerías.

Uno de los beneficiados, José García Olivera, quien sufre de discapacidad, también tuvo la opción de escoger su puesto y eligió el número 8.

Dairo Arteta, líder del sector, que desde hace cuatro años viene acompañando el proceso que ha sido muy arduo, 'Conseguimos el objetivo que fue la reubicación en Casa Vargas'.

El Centro Cultural del Libro frente a la Plaza de San Nicolás.

Agregó que para sus compañeros este cambio es un paso importante, sobre todo porque les mejora la calidad de vida. 'Ahora somos vendedores formales', dice con mucha seguridad.

Cada uno de los libreros y el resto de comerciantes debe pagar una cuota no mayor de 50.000 pesos por la administración de los locales. La tarifa incluye los servicios de agua luz, aire acondicionado y aseo.

'Vamos a operar basados en un reglamento interno concertado entre la Administración y los vendedores en presencia de la Defensoría del Pueblo', explica.

Los libreros entrarán bajo la condición de adjudicatarios, no pueden arrendar ni vender y la empresa de vigilancia debe responder por cualquier robo que se cometa en los puestos. El traslado comienza hoy y tienen un plazo hasta el martes a las 6 de la tarde. El Centro será inaugurado oficialmente el 23 de abril.