Compartir:

Sabanalarga, uno de los municipios ganaderos y comerciales del departamento del Atlántico, es hoy una de las poblaciones agobiadas por el microtráfico y la microextorsión que acabó con la tranquilidad de sus casi 100 mil habitantes.

En el que fuera por décadas un remanso de paz, ahora impera el miedo.

Basta con que un visitante indague sobre cuándo empezó a dañarse el clima de paz, para que de inmediato el sabanalarguero cambie el tema.

Lo cierto es que la inseguridad empezó a apoderarse de muchos sectores a comienzos de los noventa, cuando empezaron a llegar grupos paramilitares y permearon el sistema de salud. Para esa época empezaron a registrarse homicidios, desapariciones forzadas y torturas.

A la fecha, ocho homicidios se han registrado en lo que va corrido de año. En el 2013 sumaron 20.

Jaime Berdugo, secretario del Interior del Departamento, oriundo de Sabanalarga, reconoce que en la actualidad hay un fenómeno de bandas delincuenciales asociadas a delitos como tráfico de estupefacientes y microextorsión, que en casos de vendettas o conflictos de jerarquía y territorio han generado la situación de inseguridad.

La problemática será tratada hoy en un consejo de seguridad que presidirá el ministro de Defensa Juan Carlos Pinzón a partir de las 12:30 del mediodía. El ministro también presentará oficialmente el Gaula Militar, que iniciará labores de inmediato.

José Salvador Olmos, pensionado y habitante de Sabanalarga, asegura que la inseguridad ha llegado de manera paulatina y la extorsión es el gran problema al que a diario se enfrentan comerciantes, ganaderos y tenderos, entre otros.

Olmos considera que el desempleo está muy relacionado con la problemática porque muchos jóvenes que reciben su título de bachiller terminan ganándose la plata fácil, es decir, ingresando a bandas delincuenciales porque no tienen oportunidades de estudio superior o laborales.

Jesús De los Reyes, otro habitante de la población, dice que hay mucha gente que ha llegado de otras regiones y se han establecido en Sabanalarga en busca de tranquilidad. El problema, dice, es que 'uno no sabe si tienen alguna deuda pendiente'.

De los Reyes, al igual que el resto de sus coterráneos, confía en que el nuevo pie de fuerza de la policía y los patrullajes del ejército que comenzaron el jueves pasado, empiecen a mejorar el clima de seguridad.

'Por lo menos ya se ven policías y soldados en todas las esquinas', es la opinión general.

Para el secretario del Interior, el refuerzo de uniformados ha generado una serie de acciones que han derivado en capturas de los miembros de las bandas que se dedican a cometer los ilícitos.

El Ejército también realiza patrullajes en la zona urbana.

Nuestro interés -añade- es poder determinar los vasos comunicantes entre los delitos de homicidios, tráfico de estupefacientes y conexos se convino con la Fiscalía General de la Nación la implementación de la Unidad de Análisis y contexto, que significará el aumento de la planta de personal y la ubicación de investigadores transversales.

A ello se agrega la necesidad de implementar el Gaula Militar con sede en Sabanalarga para luchar contra la microextorsión.

El alcalde Roberto León, dijo que son varias las peticiones que hoy presentarán al ministro de Defensa Juan Carlos Pinzón. Una de las prioridades es que aumente el número de cámaras de video-vigilancia, mayor apoyo en tecnología y vehículos y el traslado al municipio de una Unidad de Reacción Inmediata de la Fiscalía.

'Sabanalarga por su extensión territorial, por su explosión demográfica y por los últimos casos que se están viviendo, requiere con urgencia la creación de esta unidad', explica.

A León le preocupa el fenómeno de la microextorsión y por eso considera urgente la llegada del Gaula Militar en el municipio para contrarrestar este delito. Al mismo tiempo, hace un llamado a la ciudadanía para que pierdan el miedo a denunciar.

'Los sectores productivos, los pequeños comerciantes son los más afectados y no se puede hacer nada si la ciudadanía no denuncia', añade.

Por último dijo que con la llegada de los nuevos policías esperan que el municipio pase de tres a nueve cuadrantes para que la reacción sea más rápida.