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Los recientes resultados de las Pruebas del Programa Internacional de Evaluación de Estudios, (PISA, por su sigla en inglés) en el que los estudiantes colombianos no están en capacidad de responder problemas de manera creativa, en contextos en los que no están familiarizados, abre el debate sobre la calidad y acceso a la educación superior en el país.

Ubaldo Meza, presidente de la Organización de las Américas para la Excelencia Educativa -ODAEE y líder para Colombia de los Clubes Unesco, plantea la necesidad de adelantar una remodelación en el sistema escolar, de manera estructural.

El hecho de que los estudiantes colombianos, junto con sus similares del resto de América Latina e incluso España, les haya ido tan mal en esta última prueba, debe llamar la atención de la necesidad de adelantar una transformación de la actual educación media, como lo afirma la ministra María Fernanda Campo: 'Los programas de décimo y once son obsoletos y no desarrollan las competencias para un joven del siglo XXI' y ello tiene que ver con el hecho de que la educación media en Colombia no cumple con lo establecido en los artículos 29 y 30 de la Ley General de Educación.

Agrega Meza que, cualquier proceso de transformación de la educación en Colombia, debe mirarse en una perspectiva a largo plazo, a partir de una política de Estado, es decir, como un proyecto de nación, como lo hicieron los países asiáticos y Finlandia, para el caso de Europa.

Ello implica, necesariamente, que el proyecto educativo que se construya debe ser el resultado de una gran movilización social que involucre a todos los actores y agentes educativos, a través de un gran acuerdo nacional, partir del principio de corresponsabilidad.

Señala además que la situación colombiana es opuesta a la de los países con mejores resultados en el mundo. 'Tenemos docentes con muy bajos niveles de formación y preparación previa, mal remunerados y que solo han participado parcialmente en procesos de evaluación, particularmente aquellos que se vincularon después del año 2002, los cuales hasta el momento tan solo representan al 30 por ciento del total de los maestros'.

En Colombia, la evaluación y la formación de docentes son dos de los más importantes 'cuellos de botella' para mejorar la calidad de la educación. La evaluación Y la formación ha estado totalmente a la deriva, sin mecanismos ni políticas pertinentes a nivel pedagógico y desvinculada de los procesos de evaluación, expresó Meza.

En consecuencia, los maestros no se forman en aquello que necesita el país, sino en lo que las universidades deseen y ofrezcan.

Compromiso en calidad. Para José Consuegra, rector de la universidad Simón Bolívar, hay varios factores que inciden en los malos resultados de los estudiantes en las pruebas PISA y son estructurales en la educación en general. Recientemente se tomó la decisión de que la educación básica no sea una política de gobierno sino que se defina una política de Estado. Y en el caso de la educación superior, apenas se está construyendo una política a largo plazo.

Otra causa que incide -dice- es que en los últimos años el esfuerzo que ha hecho el gobierno nacional como los gobiernos locales ha sido al tema de cobertura y no con el mismo compromiso en calidad. Y a través de las pruebas PISA es que se mide la calidad y apenas está empezando a trabajarse en ese tema.

Otro factor que señala Consuegra es la desarticulación entre los niveles de formación educativa. 'El preescolar está desarticulado de la básica, la básica con la media y la media con la superior'. Por ello plantea que hay que poner a la calidad educativa como eje central del sector y articular los diferentes niveles de formación.

Ramsés Vargas, rector de la universidad Autónoma del Caribe afirma que estos resultados se deben tomar como un llamado a la humildad para la totalidad del sistema educativo en Colombia y al mismo tiempo un llamado a la acción 'para que no nos creamos que nada de lo que estamos haciendo es suficiente'.

Considera inaplazable la necesidad de rodear al Gobierno Nacional para consolidad unas acciones que generen procesos de articulación entre la educación media y la universitaria.

'Es necesario que las instituciones de educación superior en nuestro país, adecuemos nuestros contenidos a las carencias con que llegan los estudiantes para no solamente transmitir conocimiento, sino, sobre todo, desarrollar competencias', precisó Vargas.

Para hacer esto realidad, dijo que hay que enfatizar los programas de formación y desarrollo profesoral.

Afirma que la educación es la única ruta legítima para la movilidad social, 'luego, si no reaccionamos de forma inmediata, la educación continuará reproduciendo un modelo de desigualdad en Colombia'.

Elías Said, coordinador del Observatorio de Educación de la Universidad del Norte, señala que los resultados en las pruebas PISA no se constituyen en sí mismos en una evaluación de todos los aspectos a considerar a la hora de establecer el estado de la calidad de la educación en América Latina.

El Observatorio de Educación siempre ha insistido en la necesidad de concebir la calidad en la educación como algo más allá de los resultados, sin quitar por ello el peso que tiene mediciones como las pruebas PISA, al momento de establecer las competencias que tienen los estudiantes en áreas claves para su oportuno proceso de vinculación ciudadana las sociedades.

Por tanto, comparte lo propuesto por la Unesco, cuando señala que 'debemos ir más allá de los resultados en las pruebas de conocimiento, y centrarnos en examinar y fortalecer los principales elementos de los sistemas educativos, así como de su interacción, para poder entender qué es la calidad en la educación, así como para supervisar y mejorar esta'.