Compartir:

Durante los últimos 15 días solo en Bogotá se han registrado cuatro ataques con ácido al mismo número de mujeres. Este tipo de agresiones han desatado un clamor general, la indignación y el repudio del país.

Este delito considerado por los expertos y las mismas autoridades como execrable, ha generado un serio debate a todos los niveles en el territorio nacional debido a las nefastas consecuencias y las marcas indelebles que deja en la humanidad de las víctimas que padecen hoy esta terrible pesadilla.

El Gobierno ha ofrecido recompensas de hasta 75 millones de pesos por información que permita dar con la captura de los responsables de este tipo de ataques y ha generado el replanteamiento para el tratamiento jurídico de estos delitos, contemplando el aumento de penas para los agresores y la posibilidad de controlar y regular la venta de estos productos en todo el territorio nacional.

Todos los centros de salud del país están en la obligación de atender a cualquier persona víctima de este tipo de agresiones. Además el decreto que reglamentará el incremento de penas para los criminales que incurran en este tipo de delitos estará listo la próxima semana.

_dsc3177.jpg

Jesenia Garcés reconstruye el momento del ataque en el mismo lugar de los hechos en que fue abordada.

Según el Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses en los últimos diez años se han registrado 926 casos de víctimas de ataques con químicos o ácidos en el territorio Nacional, de las cuales 471 han sido mujeres y 455 hombres.

En Atlántico, de acuerdo con la entidad, durante el periodo de enero a marzo de 2013 no se presentó ningún caso de ataque con ácido, sin embargo, en el mes de mayo se reportó uno en el municipio de Malambo en el que la víctima fue un hombre. En lo que va corrido de este año solo se ha reportado un caso y la víctima fue Yesenia Pérez Garcés.

Aunque en su cuerpo no quedaron las terribles y visibles marcas que deja la letal sustancia, para esta mujer, madre soltera de 33 años, objeto de ataque con ácido la mañana del pasado 15 de marzo en Barranquilla, la pesadilla aún no ha terminado.

Los temores la asaltan en la puerta de su casa, a la salida de un supermercado o en cualquier lugar público.

A Yesenia no ha dejado de acecharla el fantasma de ese sujeto desconocido que intentó arruinarle la vida.

Ayer, la víctima revivió los angustiosos momentos que vivió ese sábado a las 9:30 de la mañana cuando salía de su sección de ejercicios en el gimnasio ubicado en carrera 27 con calle 71, del barrio El Silencio y denunció que hasta el momento la investigación se encuentra estancada.

Pérez describió a su agresor como un tipo delgado, cadavérico, de tez morena y alto como de 1,80 de estatura, que se le acercó sigilosamente por la espalda mientras ella esperaba junto a su hija de 14 años un taxi que la llevara de regreso a su casa.

' Sentí que me mojaron el cabello y sentí ese olor penetrante y el ardor en los brazos, la espalda, hasta un ojo me quedó afectado. Comencé a gritar y enseguida el personal del gimnasio me auxilió y los vecinos. El tipo salió corriendo y dicen los testigos que se subió a un taxi', recordó Pérez.

_dsc3160.jpg

Relata que recibió el auxilio de los trabajadores del gimnasio luego de recibir el ataque.

Según la víctima su vida a tomado un giro radical y ahora no se siente segura y no es capaz de salir sola a ninguna parte.'Lo peor es que mi caso está estancado, la policía y los investigadores no me han llamado para nada. Yo hasta hice un retrato hablado del hombre y no se publicó. La verdad es que yo no sé si es un loco suelto porque yo no tengo problemas con nadie'. Pérez, se considera una mujer afortunada ya que pese al duro trance que le ha tocado atravesar, las secuelas que le quedaron del ataque son leves. 'Mirando los rostros destrozados de estas mujeres, le doy gracias a Dios y pido mucho por ellas'. A esta víctima lo único que le devolvería la tranquilidad perdida sería que capturen al criminal que intentó marcar su piel para el resto de sus días.

Psicópata

El psiquiatra forense Juan Isaac Llanos afirmó que una persona capaz de cometer un crimen de esta naturaleza no se puede apartar de unos signos y síntomas de una persona con características de un psicópata. 'El verdadero diagnostico es trastorno de personalidad antisocial o llamado sociópata. Estos sujetos se camuflan en la sociedad engañando a la gente con apariencia de sujetos tranquilos y normales'. De acuerdo con Llanos, las personas que cometen estos crímenes buscan un daño permanente y prolongado. 'Estas personas tienden a ser obsesivas y padecen de muchas carencias afectivas. Indiscutiblemente estos individuos tienen la capacidad de comprender la magnitud y lo ilícito del hecho', aseguró.

Agua, pero abundante

Osvaldo del Castillo, presidente de la sociedad de Ingenieros Químicos del Atlántico, explicó que no es recomendable utilizar agua en el momento en que se es víctima de este tipo de ataques. 'Los ácidos cuando se diluyen terminan siendo más agresivos, por lo tanto si se usa agua debe ser en abundancia para no empeorar la situación'. Según del Castillo las áreas afectadas no se deben restregar con trapos o toallas, tampoco se deben utilizar jabones. 'Lo mejor es acudir de manera inmediata al centro de salud más cercano', indicó.