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No hicieron falta palabras en el sentido homenaje que se le tributó ayer a Belkys Johana Pautt Gómez, la niña venezolana que murió en la tragedia de Fundación del domingo 18 de mayo pasado.

Los rostros de quienes acompañaron el féretro hasta la puerta del avión Caravan PN 0213 de la Policía Nacional reflejaban el dolor que causó la tragedia.

La aeronave transportó los restos de la menor en un vuelo directo desde el aeropuerto Ernesto Cortissoz al aeropuerto de Maiquetía, en Caracas, donde la niña de 10 años será sepultada hoy.

'La recordaremos de muchas maneras. Ella era la consentida de la casa. Nos quedan muchos recuerdos hermosos', expresó Mercedes Pacheco, tía de Belkys.

El cortejo arribó al Cortissoz a las 12:45 del día. Una calle de honor la esperaba frente al avión.

El coronel Édgar Muñoz, subcomandante de la Policía Metropolitana; y el coronel Pedro Rodelo, director de la Escuela de Policía Antonio Nariño, cargaron junto a otras cuatro patrulleras el ataúd de madera en el que reposaba el cuerpo de Belkys.

Otro grupo de uniformados entonaron durante un minuto el toque de trompeta fúnebre, que se mezcló con el llanto de Jacqueline Gómez, madre de la niña. Aunque Medicina Legal entregó el cuerpo el miércoles para que lo llevaran el mismo día a Caracas, debió ser devuelto a Medicina Legal luego de que negaran el ingreso de la aeronave al vecino país.