Compartir:

En el kilómetro 19 + 700 metros de la vía Barranquilla – Ciénaga, donde el sábado anterior y como consecuencia de las altas mareas colapsaron 30 metros del talud de la carretera, los trabajos que se ejecutan son para mitigar el problema, mas no para darle solución definitiva, según información del ingeniero de la obra.

Pese a que la alerta fue comunicada a los entes competentes y que las fotografías de EL HERALDO evidencian el inminente riesgo que se cierne sobre la importante arteria vehicular, el silencio oficial ha imperado. Ni el Gobierno del Magdalena ni el nacional se han pronunciado sobre el asunto. Ayer, en repetidas oportunidades, este medio intentó comunicarse con el gobernador Luis Miguel Cotes Habeych, pero no respondió.

Aunque la emergencia actual empieza a ceder, ello no representa tranquilidad, puesto que es posible que en cualquier momento la marea vuelva a hacer sus estragos. El punto crítico de ahora está ubicado 200 metros más adelante de las obras de contingencia que se ejecutaron entre enero y febrero pasado cuando el mar amenazaba con ‘tragarse’ la vía en el kilómetro 19 + 500 metros.

Es de anotar que en el primer tramo de vía, es decir el kilómetro 19 + 500 metros, a raíz de las acciones que se llevaron a cabo a inicios de año, con el transcurrir de los meses la playa comenzó a recuperar espacios. Desde la fecha en que se ejecutaron los trabajos hasta hoy, allí la situación ha cambiado positivamente.

Ante la nueva calamidad, el contratista, la firma Edgardo Navarro Vives, emprendió las obras de mitigación, consistentes en la reconformación del perfil de playa erosionado por efectos del oleaje, rellenando la zona adyacente al talud de la vía con material seleccionado.

Se procedió además a proteger con megabolsas el pie del relleno colocado, para evitar nuevamente la pérdida de material. Aproximadamente se repuso el talud con el vertimiento de 500 metros cúbicos de material de calidad.

Convocatoria

El director de los trabajos, ingeniero Fabián Saumeth Pacheco, fue específico al señalar que 'esta solución no es definitiva, sino momentánea, mientras se define con las autoridades y entidades competentes cuál es la solución definitiva al control de la erosión en el kilómetro 19'.

Estas son Gobernación del Magdalena, Dimar, la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales, Anla, Parques Nacionales, el contratista y el interventor.

Sin profundizar mucho sobre el tema, el director de la Oficina de Gestión de Riesgos y Desastres del Magdalena, Luis Barraza Escamilla, mostró su preocupación por el nuevo evento natural y manifestó que 'es el momento propicio para hacer un panel con entidades y expertos'.

Comentó que este asunto del kilómetro 19 ha sido un dolor de cabeza para todos, por tanto hay que actuar de la mano con todas las instituciones que tengan que ver con el tema.

Precisó que hoy mismo pondrá en conocimiento del gobernador Luis Cotes Habeych la propuesta, con el fin de que sea rápidamente puesta en marcha y de esa forma evitar tropiezos mayores.

Una de las soluciones que se plantea es la construcción de espolones, sin embargo estos no se pueden hacer debido a que se vulnera la norma ambiental que expresa que los parques nacionales deben perpetuar su estado natural .

El Decreto 622 de marzo 16 de 1977 reglamenta en forma técnica el manejo y el uso de las áreas que integran el sistema de parques nacionales.

El diputado Róbinson Morelos, uno de los que con mayor vehemencia se ha pronunciado en torno a esta problemática, manifestó su preocupación por la erosión en el nuevo punto crítico y precisó que el solo hecho de que esta se extienda deja mucho que pensar. 'Aquí lo que se debe emprender es un trabajo de envergadura, con inversión suficiente para detener el riesgo que se cierne sobre la carretera', comentó.

El caso

La emergencia en el kilómetro 19 no es de ahora. Sin embargo, solo hasta marzo de 2010 se comenzó a hablar de solucionar el problema de la erosión progresiva de la zona. En ese momento se decretó la urgencia manifiesta por el riesgo y se procedió a contratar la obra de manera directa, sin tener que recurrir a licitación pública, porque así las normas de contratación lo permiten.

Se convinieron los trabajos, que consistieron en la instalación de 253 módulos de concreto reforzado marino, prefabricados, con la forma de secciones transversales trapezoidales, anclados unos con otros, que conformarían una barrera de arrecifes artificiales que evitarían el avance del problema. Los anteriores fueron colocados en una longitud de 810 metros.

Efectos del niño

La emergencia que se presentó en el kilómetro 19 más 700 metros de la vía Barranquilla-Ciénaga, se presentó —de acuerdo con los expertos— por la subida de la marea como consecuencia del fenómeno de ‘El Niño’ que azota el país y tiene en alerta algunas regiones del territorio nacional, como es el caso de la Orinoquía.

Los expertos señalan también los efectos que ocasiona la ausencia de mangles en la zona. Sostienen que esto hace que la socavación sea más acelerada ante el embate de las olas.

Igualmente, advierten que el efecto ‘rompiente de la ola’ sobre la zona adyacente al cable submarino de fibra óptica hace que sean devastadores los efectos, porque ese punto es prácticamente arenoso. Además, no existe un perfil equilibrado de la orilla de playa, que impida que la ‘rompiente de la ola’ llegue con más fuerza.

La inversión total

En los últimos años se han invertido 10.000 millones de pesos de un total de 22.000 millones que costó la recuperación del litoral costero en varios puntos críticos: Costa Verde, Isla del Rosario y el kilómetro 19. Las obras ejecutadas en el 2011 funcionaron durante dos años y algunos meses, hasta cuando se presentó la pérdida del material arenoso en el punto del kilómetro 19 + 500 metros.