La tragedia de Fundación en la que murieron 33 niños calcinados es el ejemplo palpable del riesgo de movilizarse en un vehículo de servicio público en lamentables condiciones técnico mecánicas como ocurrió con la buseta UVS - 556 que se incendió y luego explotó con los menores en su interior.
Pero, qué tan expuestos estamos en el Atlántico ante esta problemática, es la pregunta que surge entre algunos ciudadanos, luego de este trágico suceso ocurrido el 18 de mayo pasado.
De acuerdo con las cifras del Tránsito Departamental, en los municipios, 400 buses y busetas, de un parque automotor de 1.147 vehículos, están rodando desde hace más de 20 años, es decir, tienen su vida útil vencida, según la norma del Ministerio de Transporte (Ver recuadro).
Dos reporteros de EL HERALDO recorrieron varias vías del Departamento, para observar el preocupante panorama con el parque automotor en el que se transportan a diario decenas de personas.
Por ejemplo, en la zona oriental hallamos dos claras muestras del peligro que cada segundo rueda por las carreteras del Atlántico.
El bus ‘escolar’. A bordo del bus marca Chevrolet B60 modelo 1990, de placas UGD – 231 de Santa Marta (Magdalena), se desplazan a diario 14 menores desde el corregimiento de Burrusco hasta su cabecera municipal, Palmar de Varela.
El automotor, con 24 años de servicio, tiene los pisos oxidados, sillas rotas, llantas desgastadas. Al bus le faltan varias ventanas, incluyendo la de emergencia que está cubierta con una carpa negra.
En esas deplorables condiciones, ese bus, que de acuerdo con los registros del Runt no tiene revisión técnico mecánica ni seguro obligatorio, es desde hace dos años el transporte ‘escolar’ de esos 14 niños y niñas.
El vehículo hace su primer recorrido antes de 7 de la mañana, recoge a los estudiantes en Burrusco para llevarlos a colegios Técnico Comercial, Agropecuario y John F. Kennedy, de Palmar de Varela.
Durante los cerca de 25 minutos de camino, los menores se transportan sin las mínimas condiciones de seguridad. El día del reportaje periodístico, jueves 22 de mayo, el estrecho pasillo permaneció invadido de cajas plásticas que ante una emergencia, no habrían permitido la rápida evacuación de los escolares.
Encima, el conductor, un hombre de contextura mediana, tez morena y de unos 35 años, iba frente al volante sin el cinturón de seguridad. Viajar en estas condiciones tiene un valor de 2.500 pesos por pasajero, mientras que para los estudiantes , la tarifa es de 1.000 pesos por trayecto.
Canastas en el medio del bus y menores que se ponen de pie, sin control, durante el recorrido entre Palmar y Burrusco.
Luego de finalizar la jornada escolar, los niños y niñas, entre los 7 y 15 años de edad, vuelven a abordar el bus a las 12:30 del día para un nuevo viaje de 25 minutos hasta Burrusco. Lo más preocupante es que durante el recorrido de ida y vuelta entre Palmar y Burrusco, ninguna autoridad de transporte realizó control alguno.
Otro ‘Modelo’ de transporte
En otra zona del Atlántico, entre Ponedera y Sabanalarga, el bus de placas TQC – 653 de Barranquilla, modelo 1984, con similares características técnico mecánicas al anterior, presta el servicio público entre esos dos municipios.
Este vehículo tampoco tiene revisión técnico mecánica vigente, de acuerdo con lo registrado en el Runt. En pleno pasillo, junto a una silla vacía, el automotor viajaba con una pimpina que contenía una sustancia líquida. 'Eso debe ser ACPM', dice tranquilamente una mujer sentada en el puesto de atrás. Habla como si estuviera acostumbrada a la escena.
Millones de infractores
En el Registro Único Nacional de Transporte, Runt, son cerca de 10 millones de vehículos los que están registrados a nivel nacional, de ellos, alrededor de 2 millones no tienen seguro obligatorio, en algunos casos porque no están circulando y en otros, porque sus propietarios evaden la compra del mismo.
Aproximadamente 1,9 millones del total de vehículos que circulan en el país tienen más de 20 años de servicio, mientras que 1,8 millones más tienen entre 10 y 20 años en circulación, según cifras del Runt.
Cifras del Atlántico
Mónica Rosales, director del Tránsito Departamental del Atlántico, sostiene que además de esos 400 vehículos que circulan pese a que su vida útil ya venció, podrían haber unos 200 buses y busetas que no están afiliados a empresas formales, y que prestan servicio al público. 'Esto es algo que pasa con mayor frecuencia en vías entre corregimientos y municipios', advierte la funcionaria.
Asimismo, indicó que trabajan en la revisión de todos los buses de empresas intermunicipales, con el fin que estos cumplan con revisión tecnomecánica y el Soat.
'Durante la primera semana de junio saldremos a realizar operativos en las principales vías del Departamento para controlar esta problemática. El que no cumpla, se le inmovilizará el vehículo', advierte.