Los habitantes de Fundación, Magdalena, intentan dejar atrás su tristeza por la muerte de 33 niños en el incendio de una buseta, sin que eso signifique el regreso de la alegría tras su éxodo imprevisto. Mientras algunos lugareños sienten que su pueblo 'está muerto', otros manifiestan que poco a poco se levanta el luto en las calles del municipio.
La llegada de tres de los 9 heridos que permanecían hospitalizadas tras sufrir quemaduras en su cuerpo al estar a bordo de la buseta que fue consumida por las llamas ese 18 de mayo, ha significado una luz terrenal en medio de la ausencia de ‘los angelitos’. (Ver galería Fundación un mes después de la tragedia)
'Ya volvimos mi hermana y yo. No podemos andar en la calle, pero ya no estamos en el hospital', dice Silvana Molano De León, de seis años, quien regresó a su casa el pasado sábado junto a su hermana María Fernanda de nueve.
Estas niñas encontraron que la humilde casa de paredes sin empañetar y con piso de cemento en la que han vivido junto a su abuela y su madre tenía uno de sus cuartos 'transformado'. El pequeño espacio en el que ellas terminan de recuperarse cuenta ahora con baldosas, cielo raso, paredes pintadas de blanco y aire acondicionado. 'Están muy felices con su habitación', dice Magaly Carranza, abuela de las menores.
La novedad corrió por cuenta de unos aportes económicos que realizó la alcaldesa del municipio, Luz Estela Durán, y la comunidad de la iglesia pentecostal, que se encargaron de ejecutar las obras en la casa de los heridos para garantizarles condiciones dignas de vida en un espacio que les garantice su pronta recuperación.
Sileinis Morales, una de las sobrevivientes del incendio, regresó a Fundación y se recupera bajo los cuidados de su madre.
La presidenta de la Junta de Acción Comunal del barrio Altamira, Nevis Cano, quien también es miembro de la Iglesia Pentecostal Unida de Colombia, explica que su comunidad religiosa ha reunido dinero para mejorar la vivienda de los sobrevivientes. 'La convalecencia de estos requiere de un espacio libre de tierra que tenga una temperatura fresca. Nosotros ayudaremos hasta donde podamos a estas personas que viven en condiciones muy humildes'.
Sileinis Morales, la tercera niña que se recupera satisfactoriamente de sus heridas, cuenta que anhela regresar cuanto antes a clases. 'Extraño mucho a mis amigas y quiero jugar con ellas'. A ella aún no le han terminado de construir su nuevo cuarto, por lo que ha estado desde el viernes en la casa de una exprofesora suya, donde su mamá trabaja habitualmente en las labores de limpieza.
Otra familia que espera la remodelación de su casa es la de los Otero. Ellos esperan el pronto regreso de Jon Carlo Otero y Rosiris Hernández, quienes permanecen hospitalizados en Santa Marta y Barranquilla, respectivamente.
Reclamos a la alcaldesa
Ayer, Fundación se despertó escuchando la voz de la alcaldesa Luz Estela Durán en la radio, mientras esta respondía a los reclamos de los fundanenses a través de la emisora local Impacto Estéreo.
Entre los temas de discusión estaba la exigencia de la ejecución de obras de pavimentación, la instalación de alcantarillado y una ‘pedida de cuentas’ sobre el cumplimiento de varias promesas que le hicieron a la llamada ‘Esquina del progreso’ después de la tragedia del incendio de la buseta.
Gloria Arota, abuela de tres niñas que fallecieron en el accidente y de una que quedó herida, pide que le vuelvan a brindar atención psicológica. 'Desde el sepelio por aquí no volvieron más. Nosotros necesitamos que nos atiendan', dice la mujer que vive en el barrio Faustino Mujica.
Ana Hernández, quien reside en el mismo barrio y es abuela de 3 menores que también perdieron su vida en el incendio, solicita mayor presencia de la Policía Nacional en la zona que vive y manifiesta la urgente necesidad de que les mejoren el servicio de agua que llega con irregularidad a su vivienda.
Otro de los reclamos de la comunidad va encaminado a la urgencia de invertir dinero en los equipos de bomberos del municipio y de capacitar a las personas que están al frente de la labor de socorrer incendios.
'El carro está viejo y los bomberos no saben usar bien lo poco que tiene', dice un hombre que pide reserva de identidad. Este agrega que en años anteriores, las administraciones locales han realizado inversiones 'que no se han visto'. Por su parte la alcaldesa aseguró que ya está trabajando en el tema.
Las hermanas María Fernanda y Silvana disfrutan de su retorno a casa.
No habrá fiestas
Los fundanenses desistieron de realizar en agosto las fiestas patrias del municipio, en las que habitualmente hay corralejas, cabalgatas, un reinado de belleza y conciertos. 'Si las celebraran sería un descaro', dice Martín Pacheco, quien comparte la iniciativa de que sea respetado el luto de las familias que perdieron a sus niños.
Adalberto Salcedo, otro de los habitantes del municipio, considera que quizás el otro año sí sea oportuno realizar las fiestas, pero afirma estar de acuerdo con la iniciativa de la Alcaldía y de la gente por su no ejecución este año.
Estas fiestas tradicionales en el municipio se celebran en la semana del siete de agosto, en el marco de la conmemoración de la Batalla de Boyacá. Durante estos siete días no hay clases en los colegios y hay cese de labores durante tres días. 'Es lo más esperado aquí por ser lo más alegre, son como nuestros Carnavales, pero ya hasta los municipios de Retén y Aracataca dijeron que tampoco harán fiestas por lo sucedido', comenta Victoria Mendinueta.
Hoy, como parte de los homenajes en conmemoración por el mes de la tragedia, serán celebradas dos eucaristías, una en el Instituto Educativo Fundación y otra en el punto de la tragedia. La primera será a las once de la mañana y otra a las seis, respectivamente.
Además, será descubierto un monumento que fue realizado en mármol que tiene tallado el nombre de los 33 niños fallecidos en el incendio de la buseta, que está ubicado en la entrada del colegio donde será la celebración eucarística.
