Alexander Mejía, volante de la Selección Colombia, no pudo llevar a Brasil a su abuela Juana Jiménez, quien también es su mamá de crianza, porque el médico le recomendó evitar 'emociones fuertes' debido a problemas cardíacos.
Incluso, le sugirieron que mejor no viera 'ni por televisión' los partidos que por estos días juega la Selección Colombia en el Mundial Brasil 2014, en los que su nieto ha participado.
'Yo me tengo que esconder cuando inician los partidos, mañana (hoy) solo estaré pendiente cuando griten el gol. Es que me pongo muy nerviosa y ando con problemas de la presión', cuenta la mujer de 74 años que admite que tampoco soporta cuando a su nieto le dan algún golpe durante los partidos.
Ella dice que tampoco ve la repetición de los encuentros futbolísticos en los que juega su nieto, 'para evitar algún problema de salud'.
Doña Juana, como le llaman sus hijos y nietos, comenta que Álex le ha manifestado vía telefónica que está muy contento con lo que está sucediendo en Brasil. 'Él no está nervioso, más bien anda agradecido con el técnico y alegre por lo que han logrado hasta el momento'.
A pesar de las prohibiciones que los médicos le dictaron a Juana, ella comenta que hay dos momentos imperdibles para ella: cuando los jugadores cantan el himno nacional y cuando muestran a su nieto antes de ingresas a la cancha por sustitución.
'A mi nieto nunca le ha gustado perder, eso es lo que más rabia le da. Vamos a ver que sucede ante Brasil', dice Juana.