Tres niños identificados como Randy, Meleidys y Dinier Romero están hospitalizados desde el martes en la clínica Reina Catalina, en el norte de Barranquilla, tras presentar síntomas de intoxicación por plomo en la sangre.
Son hermanos. Tienen 5, 6 y 8 años. Viven junto a su familia en la vereda La Bonga, en Malambo, la población de Malambo en la que el pasado tres de junio las autoridades ordenaron el cierre de cinco fundidoras que funcionaban sin licencia y confirmaron el registro de 147 afectados por la exposición a este metal pesado.
El secretario de Salud del Atlántico, David Peláez, los visitó a los menores ayer por la mañana, antes de que fueran sometidos a la fase inicial de un tratamiento médico para la eliminar el plomo de su organismo.
Aunque todavía no se sabe la fecha en la que serán dados de alta, el funcionario recordó que la expulsión de este elemento químico es compleja, y que va a pasar 'mucho tiempo' antes de que tanto ellos como el resto de los afectados logren desintoxicarse.
'Este caso es parte de la situación que reportamos en La Bonga. Ellos presentaron trastorno de las vías digestivas, diarrea, vómito y un poco de dolor abdominal. Les hicieron nuevos exámenes y los médicos comenzaron un tratamiento para mejorar su condición de salud', explicó Peláez.
El desarrollo de esta actividad en sectores residenciales y sin las condiciones mínimas de seguridad representa un riesgo para la comunidad que las rodea, por ello la presidenta de la junta de acción comunal de La Bonga, Cindy De la Hoz reportó el malestar de los vecinos ante la posibilidad de que las fundidoras sigan funcionando clandestinamente.
Entre las posibilidades de contacto con el químico están la absorción por vía respiratoria o cutánea. El más reciente informe de la OMS señala que 'el plomo se distribuye por el organismo hasta alcanzar el cerebro, el hígado y los riñones y se deposita en dientes y huesos, donde se va acumulando', y que no existe un nivel de exposición al plomo que pueda considerarse seguro.
Para garantizar la atención de los afectados, la secretaría de Salud solicitó el acompañamiento de las tres EPS que tienen afiliados al mayor número de los afectados: Caprecom, Comfacor y Mutualser.