El alcalde de Malambo, Víctor Escorcia, declaró que 'están tratando de esconder las evidencias de que el niño murió por intoxicación con plomo', en referencia al caso de Brayan Miranda, el menor de 12 años que presuntamente resultó afectado por la inhalación del humo que salía de la chimenea de la fundidora Reciclal, a pocos metros de su casa en la vereda La Bonga.
Tras la publicación de un informe periodístico sobre el tema, en la edición de EL HERALDO del pasado domingo, el mandatario aseguró que visitó a María Elena Suárez y Julio Rafael Miranda, los padres de Brayan, quienes, dijo, 'están inquietos porque no les han entregado toda la información que hace parte de la historia clínica' y aseguró que la Administración va a seguir haciendo los requerimientos a los hospitales y entidades oficiales que tienen esos datos.
'Dentro de lo que ellos tienen se puede evidenciar que murió de intoxicación, no dice de plomo, pero sí que murió de intoxicación. Estábamos a la espera de los resultados de las 147 pruebas de plomo en sangre que habíamos ordenado a los posibles afectados. Cuando los recibimos decidimos cerrar las cinco empresas, porque prácticamente se comprobó la contaminación que han causado a la salud de las personas, la fauna y flora. Antes la emanación de humo era tremenda', relató Escorcia.
Una delegación de funcionarios de la Secretaría de Gobierno de Malambo recorrió ayer las fundidoras: Metcaribe S.A, Acumuladores del Caribe S.A.S., Fundidora J & G, y Recuperaciones del Caribe LTDA.
No entraron a Reciclal, con el argumento de que el celador les impidió hacerlo por no tener autorización de los dueños del negocio, ni de la representante legal, Adriana Ortiz Sáenz. Ya hicieron los oficios para que la Fiscalía haga seguimiento nocturno al caso.
Proceso legal. El alcalde señaló que los responsables de Reciclal presentaron una tutela, porque presuntamente les habrían violado el debido proceso. 'Pedían que se les diera un tiempo prudente para retirarse, pero ya con todas las evidencias y lo que ha sucedido no solo en esa vereda sino en todo el municipio (donde funcionan las otras cuatro empresas) nos tocó cerrarlas. Las que clausuraron el 6 de junio estaban funcionando desde el 2012'.
Pese a que vecinos y propietarios de la primera parcela de La Bonga, en la Avenida Olivares, afirman que durante las últimas noches han seguido percibiendo el olor a humo que sale de los hornos donde funden el plomo, la secretaria de Gobierno de Malambo, Luz Helena Restrepo, sostiene que ninguno de los negocios está activo.
'Las cinco fundidoras de plomo que fueron notificadas mediante decreto 123 de mayo 30 de 2014 para el cierre definitivo no están funcionando y una fue desmontada', dijo Restrepo.
La Corporación Regional Autónoma del Atlántico, CRA, no renovó los permisos ambientales que amparaban la actividad industrial de fundición de plomo a ninguna de las empresas.
Malambo tiene aproximadamente unos 130.000 habitantes y en La Bonga viven al menos 250 personas, pero el alcalde dice que el problema se extiende hasta Montecristo y El Tamarindo. 'Tengo conocimiento de que en el centro de Malambo hay afectados, porque todo ese humo que emanan llega al casco urbano, nos afecta a todos'.
Sobre los pozos de agua de los que se surten las familias de La Bonga, Escorcia aclaró que la comunidad quería abrirlos, pero que no lo permitieron porque esa era una evidencia que podrían tomar las empresas para decir que no están contaminando.
'Ellos están haciendo todo lo posible, con sus abogados, para demostrar que no contaminaron, para no responder a los que salieron afectados. Si se comprueba que el niño murió por la contaminación de plomo en su sangre están obligados a indemnizar a la familia. Lo que haya en el hospital de Malambo correspondiente a la historia clínica deben entregarlo', concluyó.