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Un muro de rocas en un trayecto de 330 metros lineales, es la solución provisional para contrarrestar la erosión en el kilómetro 19 de la carretera Barranquilla – Ciénaga. Las obras deben terminar en diciembre próximo.

Los trabajos que se ejecutan del km 19 +450 hasta el km 19 +780 metros y tienen un costo de 4.500 millones de pesos provenientes del Sistema Nacional de Gestión del Riesgo, están a cargo de la firma Edgardo Navarro Vives, que es investigada por la Contraloría General de la República por posible detrimento patrimonial por más de $7.000 millones, tras la ejecución de obras en el 2011 en este mismo punto.

La permanencia del muro estará determinada por el inicio del macroproyecto doble calzada Barranquilla – Ciénaga, el cual contempla tres tramos de viaducto, uno de ellos en el punto del kilómetro 19. Los recursos para esta obra aún no están asegurados.

La solución de enrocado no había sido posible debido a que la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales, Anla, no le daba vía libre por ser un sector protegido, pues se encuentra en zona del Vía Parque Isla Salamanca.

Antecedentes. En enero pasado y ante la acelerada erosión el gobierno del Magdalena declaró la calamidad pública en el trayecto, lo que hizo posible la realización de trabajos complementarios a los que ya se habían ejecutado. Se determinó la construcción de una estructura de protección paralela a la orilla del mar y la conformación de una barrera de retención de sedimentos. Sin embargo, con el paso de los meses el mar volvió a socavar, llegando incluso a amenazar con romper la carretera.

Entonces se propuso el enrocado.

En 65 años la erosión en este punto de la carretera entre Barranquilla y Ciénaga, ha hecho retroceder la playa alrededor de 800 metros.

La distancia entre la línea de costa y el eje de la vía pasó de 111,93 metros, en diciembre del 2003 a 36,58 metros, en diciembre de 2009, es decir una reducción de casi 76 metros en seis años. Cinco años después la distancia era solo de tres metros aproximadamente.

Recientemente, la Procuraduría Delegada para Asuntos Ambientales, mostró su preocupación por la erosión en esa zona y concluyó que era necesario acometer cuanto antes obras de protección a la vía para evitar riesgos por incomunicación.