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Brillo en su máxima expresión fue lo que pudieron disfrutar los barranquilleros que asistieron al tercer y último desfile del Carnaval en la Vía 40: la Gran Parada de Comparsas.

Este evento, que conjuga tradición y fantasía en los grupos folclóricos que lo componen, comenzó pasada la 1:30 p.m. con el tradicional camión de bomberos, que dio paso a una apertura con sabor a fuerzas armadas: la Escuela Naval de Suboficiales A.R.C. Barranquilla y la Fuerza Aérea Colombiana cambiaron los uniformes por vestuarios de fantasía y bailaron haciendo un homenaje al agua y el aire, respectivamente.

Detrás de ellos, algunos de los grupos con mayor trayectoria y reconocimiento en el Carnaval, gracias a su fuerza interpretativa: Afrocaribe, Ekobios, Son de Mar, Rumbón Normalista y Selva Africana, que al son de ritmos afrocaribeños marcaron la parada para lo que sería una jornada llena de energía.

A su llegada al desfile, la reina del Carnaval, Cristina Felfle, mostró mucha energía. Hizo su recorrido a pie, luciendo un vestido del diseñador Alfredo Barraza llamado ‘Melodía Carnavalera’.

A diferencia de los desfiles del sábado y el domingo, Cristy se detuvo en repetidas ocasiones para tomarse fotos con los espectadores.

En diálogo con los medios de comunicación, la soberana de las carnestolendas dijo que el tiempo se le fue 'rápido', pero que era consciente de que 'todo lo bueno se acaba'.

Asistentes y música

Los protagonistas de la Gran Parada de Comparsas fueron sin duda los niños y los ancianos.

Usualmente liderando los grupos folclóricos, los más pequeños se robaron las miradas y aplausos del público moviéndose con gracia al compás de la música a pesar de sus cortas edades, mientras que los miembros de la tercera edad llevaron a la Vía 40 toda su experiencia adquirida tras años de participar en las fiestas del dios Momo.

Aunque la más popular entre los grupos fue la champeta, los géneros musicales más variados se dieron cita en el desfile. Desde merecumbé y salsa hasta ritmos africanos y reguetón, los participantes dieron muestra de lo variado que pueden ser las expresiones del Carnaval.

Mirada foránea

'Esta es la primera vez en el Carnaval y es inolvidable. No conocía esto de Colombia y para mí es increíble', sostuvo emocionado Carlos Ninco, de Bogotá, quien tras ocho días en la ciudad por cuestiones de trabajo decidió conocer el Carnaval.

'Esto hay que vivirlo como dicen acá, no se puedo contar con palabras, hay que verlo y sentirlo', dijo, al confesar que tan solo en la Batalla de Flores tomó más de 1.500 fotos y videos, y que terminará con una cifra similar al final de la Gran Parada de Comparsas.

Por su parte, Andrew, de Inglaterra, de tanto escuchar sobre el Carnaval, decidió pasar en Barranquilla parte de su luna de miel de tres meses por Colombia.

'Es espectacular, en verdad lo hemos disfrutado muchísimo. El número de personas que participan, los disfraces, la alegría en sus rostros, la conexión con el público, es asombroso', contó el inglés, mientras que su esposa, Marta, de Polonia, añadió que le gustó tanto el desfile que está considerando unirse a una de las comparsas el próximo año.