Edith Johana Bolívar y Joel Pantoja, barranquilleros de nacimiento, saben que en su tierra cada alegría se convierte en una gran fiesta. Y no es para menos, ayer lunes festivo, a las 8 de la mañana nacieron sus primeros cuatro hijos.
'Mi corazón late a mil', dijo Joel, padre de los cuatrillizos que vieron la luz en la clínica Santa Cruz de Bocagrande. El carnaval por este acontecimiento lo armaron los hermanos de Joel y Edith, quienes vinieron desde Barranquilla a recibir la buena nueva de los cuatro nuevos integrantes.
Los padres de los cuatrillizos hace varios años están residenciados en Cartagena por razones de trabajo.
Joel reconoce que varias horas después del nacimiento aún sigue en shock y dice que su familia no para de celebrar pues los nuevos integrantes se unirán a una 'tropilla' récord de 79 sobrinos.
'Por eso es que todos estamos alegres porque la familia crece y crece', dijo el padre.
Brandon Joel, Briana, Bianca e Ian Joel son los nuevos integrantes de la familia Bolívar Pantoja, y ahora acompañarán a un primer hijo que ya había tenido la mujer con otra relación.
Alvaro Monterrosa Castro, médico ginecobstetra, quien atendió el parto, dijo que la cirugía de cesárea se desarrolló sin contratiempos y que los bebés pesaron 2.000 y 2.100 gramos. El más pesado fue Ian Joel (cien gramos más que su hermanitos). Midió 45 centímetros, 3 más que sus tres hermanos.
'A cambio de un niño. Dios me entregó esta bendición de cuatro hijos, a la vez', confesó con felicidad la madre. El embarazo múltiple se dio luego de un tratamiento de fertilización realizado por el médico Monterrosa Castro, quien desde hace 25 años lidera programas a mujeres que poseen dificultades para concebir.
Joel Pantoja dijo que él y su mujer se enteraron muy pronto de los cuatro bebés que esperaban y que esto implicó un cuidado especial. Agregó que se sentían bendecidos por las cuatro vidas que estaban por venir al mundo y que durante los nueve meses sintieron 'sensaciones maravillosas', que se resaltaron ayer cuando los bebés recibieron la luz del día, en completa normalidad y llegaron a sus brazos, llenos de vida.