Jaqueline Esther Lleras, de 40 años, madre cabeza de hogar, se encadenó este domingo hasta las nueve de la noche a su negocio, un trampolín para niños, para impedir que funcionarios de la Secretaría de Control Urbano y Espacio Público la desalojaran del parque Suri Salcedo, donde asegura ha trabajado durante más de 30 años. 'Yo hago parte del censo que hicieron a los vendedores estacionarios del parque antes de demolerlo.
El problema es que un hijo mío me inscribió, mientras el Suri estaba cerrado, en el censo del parque de Simón Bolívar y desde entonces no me quieren dejar volver a este', aseguró la mujer.
Durante su protesta siempre mostró un oficio firmado por los vendedores estacionarios del Suri Salcedo, el cual hace constancia de que ella se ha desempeñado como 'recreadora infantil' en el parque con sus dos hijos: Isabel Cervantes y Jesús Cervantes, y que fueron censados al igual que ellos. Los funcionarios de la Secretaría de Control Urbano y Espacio Público desde el sábado intentan retirar a Jaqueline de la plaza, pero ella y sus colegas lo han impedido.
La mujer afirmó que el próximo sábado se encadenará a un árbol.