Como hace un año, ayer los padres de los 33 niños y un adulto muertos en el incendio de un bus en Fundación volvieron a llorar a sus hijos. Sus habitantes honraron la memoria de los infantes que el 18 de mayo de 2014 murieron calcinados dentro del automotor que los conducía a un oficio religioso.
La ausencia a los actos de la alcaldesa Luz Stella Durán y del gobernador del Magdalena, Luis Miguel Cotes, fue cuestionada. 'Está claro que este dolor es nuestro', manifestó Heliberto Pabón, vocero de las víctimas, refiriéndose a la ausencia de los dos mandatarios.
Marcha pacífica
A propósito de la molestia de las familias de las víctimas, hoy se desarrollará una caminata que han denominado 'De la verdad'. Es una protesta pacífica en contra de la manera como la alcaldesa del municipio, Luz Stella Durán, por el incumplimiento de las promesas relacionadas con obras en honor de los 33 infantes, dijeron los organizadores.
Heliberto Pabón, vocero de los padres, manifestó que la marcha parte a las 9 a.m. desde el sitio donde ocurrió el accidente, recorre la calle principal (octava) y de allí se dirige a la sede del Palacio de Gobierno.
Seguidamente se moviliza hasta el mercado público y desde allí retorna por la calle 9 al sitio de donde arranca.
'Será una protesta pacífica en la que expresaremos nuestra inconformidad por el incumplimiento en la construcción del monumento a los niños, por la falta de interés en la presentación del proyecto al Ministerio de Transporte para pavimentar la vía al cementerio y por su falta de interés en ayudarnos', comentó.
El defensor del Pueblo del Magdalena, Albenis Fuentes, dijo estar preocupado por el inconformismo de las familias y mucho más por la falta de respuesta de la mandataria municipal.
Sin orgullo ni soberbia
Los rostros de los menores fueron recordados por amigos y familiares de los barrios Altamira y Faustino Mojica, donde vivían; al igual que en el Instituto Departamental Fundación, donde estudiaban. Y aunque la tristeza era evidente en todos los puntos cardinales de la ciudad, los padres también reflejaban tranquilidad, pues en un año de ayuda sicológica y de los consejos de amigos, dicen que han empezado a vivir sin ellos físicamente. 'Están con Dios y eso es importante', comentó Breidis Rocha, papá de Breiner y Lucas José.
Muchos manifiestan que sienten la presencia de sus hijos e incluso aseguran que les mandan señales. 'Están ahí, cerca de nosotros'.
Edinson Quintero, padre de Michell y Andrea Carolina, sostiene que este proceso es una lucha entre la mente y el corazón' porque ha sido duro, pero Dios no nos abandona'.
Coincidieron en el concepto de que la vida de sus hijos no puede quedar en el olvido y que el inmenso dolor que les causó su muerte la entienden como una invitación a eliminar el orgullo y la soberbia.
Misas
Desde bien temprano las familias se dieron cita en el cementerio Ángeles de Luz. Fue un largo peregrinar desde los barrios Altamira y Faustino Mojica hasta el recién inaugurado lugar en donde yacen los cuerpos de 28 de los 33 niños.
Vestidos de blanco, algunos portando flores, padres, hermanos, tíos, abuelos y demás, caminaron hasta el camposanto y frente a las bóvedas de sus seres amados oraron, cantaron alabanzas y se confundieron en un abrazo.
Acto seguido se ofició la misa presidida por los sacerdotes Ricardo Quintana y José Antonio Díaz Hernández, quienes hicieron referencia al pasaje bíblico 'Yo soy la resurrección y la vida'. (Ver nota adjunta 'Sembrarán árboles').